Estamos preocupados/as, muy preocupados/as.
Las diferentes situaciones que se han dado en nuestro pueblo estas últimas semanas han dejado claro que es hora de empezar a actuar con responsabilidad y sensatez. Llevamos años diciendo que Pasaia está abandonada y los últimos acontecimientos no hacen más que reforzar nuestro argumento. Nuestras instituciones no hacen más que responder a los mandatos que vienen de fuera, no ponen a Pasaia en el centro de sus políticas.
Mientras en la bella y turística Donostia priman las obras faraónicas, los pueblos de alrededor – la periferia – se están convirtiendo en suburbios. Cada vez es más sonada la expresión "Pasaia ciudad sin ley", lo que nos irrita tanto como nos angustia. La ciudadanía se siente abandonada.
Las situaciones que se han dado últimamente en Pasai Antxo se han querido centralizar en la inseguridad generada por los pisos de acogida y en los jóvenes de origen diverso, impulsando de manera encubierta actitudes racistas y la estigmatización. Pero nosotros/as creemos que ese no es el problema; han querido distorsionar el foco de alguna manera. Los que roban no viven aquí, son pasajeros. Por eso, desde EH Bildu queremos dejarlo claro: la carencia que tiene Pasaia, y en este caso Antxo, es la dejadez institucional que sufre.
Antxo, y en general Pasaia, no es especialmente peligroso. No debemos tolerar y normalizar los robos, por supuesto, debemos pedir calles seguras ya que es legítimo y necesario. Pero tampoco podemos aceptar de ninguna manera que se den respuestas violentas a los robos, porque con la violencia no llegamos a ninguna parte. Debemos reivindicar la convivencia, la pluralidad y la libertad de movimiento.
Creemos que el problema que tenemos delante necesita una solución general, que aborde realmente el origen. Para ello:
Es imprescindible la colaboración entre el Gobierno Vasco, la Diputación y el Ayuntamiento. Antxo debe dejar de ser el "patio trasero" de Donostia.
Hay que reforzar los servicios sociales que están totalmente colapsados y trabajar el tema con los y las asistentes sociales.
Se deben eliminar los puntos negros del pueblo, favoreciendo el soterramiento del Topo imprescindible para ello.
Hay que tratar el tema con la guardia municipal, y cómo no, hay que analizar de forma crítica la compra y el consumo de drogas ilegales.
Hay que reforzar el comercio del barrio, porque necesitamos un pueblo vecinal vivo, un pueblo vivo que denuncie con rigor el menor rasgo racista.
Sabiendo que las palabras son palabras y se las lleva el viento, queremos reafirmar nuestro compromiso con Antxo. Los y las miembros de EH Bildu llevamos una semana trabajando el tema a nivel interno, reuniéndonos con diferentes expertos/as y ciudadanos/as. En los próximos días, vamos a intentar abrir vías de interlocución con la asociación vecinal de Antxo y los jóvenes del pueblo. Llevamos toda la legislatura poniendo a Pasaia en el centro, y en esta ocasión lo seguiremos haciendo.