Cuando el 17 de junio UPN llegó a la alcaldía en minoría avisamos de que la ciudad iba a tener muchas dificultades para avanzar, primero por esa minoría, y segundo porque percibíamos en ese equipo de gobierno muchas carencias para trabajar.
Desde la toma de posesión como alcaldesa de la señora Ruiz de Alda, el pasado 17 de junio, ya avisamos de los peligros que corría esta ciudad con un equipo de gobierno en minoría al que detectábamos enormes lagunas en su capacidad de gestión. Seis meses después, se ha confirmado que UPN es incapaz de sacar adelante esta ciudad, porque carece de proyecto de ciudad, más allá de intentar destruir lo realizado por anteriores gobiernos municipales.
Estella-Lizarra tiene muchas necesidades, pero la principal de todas ellas debiera ser el cuidado y la protección social de su población, especialmente la de aquella con menos recursos. Bajo esa premisa trabajamos la pasada legislatura, y es ahí donde más está sacando la tijera UPN.
Brinka! era una escuela municipal impulsora de un modelo de acercamiento a la actividad física que se desarrollaba en los propios centros educativos, con un precio muy asequible, especialmente para familias numerosas y receptoras de renta garantizada. UPN se lo ha cargado.
Es especialmente grave para los y las euskaldunes la pérdida de este servicio, por ser el único que, prestado por el Ayuntamiento, podía desarrollarse en euskera, y que se realizaba en los propios centros de modelo D. Recordemos también que el Gobierno de Navarra, a través del Instituto del Deporte, premió este programa el año pasado y lo puso como ejemplo porque fomentaba el deporte y los hábitos saludables con los niños.
Otro servicio puesto en marcha durante la legislatura pasada fue el de la asesoría en materia de vivienda. Este servicio tan demandado iba dirigido a los vecinos y vecinas que tenían dudas o problemas con sus alquileres, hipotecas, etc. UPN también se lo ha cargado.
También se cargaron el puesto de técnica de Igualdad durante unos meses.
Y además en la convocatoria que sacaron para hacer sustituciones en ese puesto no pidieron el euskera como mérito. Es conocida la oposición de UPN al euskera, de hecho, no se ha convocado en ningún momento la Comisión de Euskera, tal y como establece la ordenanza.
UPN también se ha cargado el puesto de promotor o promotora escolar que tanto ayudaba en los centros educativos a aquellas estudiantes que más problemas tenían en el ámbito escolar y familiar. Además, el presidente del área de Derechos Sociales no sabía ni de qué le estábamos hablando cuando se lo dijimos en el último pleno. No están a lo que se celebra.
Este desconocimiento monumental es la tónica general de los plenos, que se han convertido en un auténtico circo en el que la alcaldesa dirige, como puede, la función.
Han sido ya varias ocasiones en las que puntos del orden del día llevados a pleno por el equipo de gobierno de UPN son retirados de la sesión porque no saben explicarnos en qué consisten, no nos han pasado la información con la convocatoria, requieren de un receso por las dudas generadas en el debate, o, directamente, son rechazados hasta por el propio UPN, que es quien los había incluido en el orden del día.
A esta manifiesta incapacidad de gestión hay que sumarle también una inoperancia desesperante.
A pesar de haberlo preguntado varias veces, todavía no conocemos qué objetivos o proyectos concretos tiene UPN para esta ciudad. De momento, lo más concreto que hemos obtenido como respuesta es que el presidente del área de Deporte y Salud tiene como objetivo que la gente haga más deporte y que la presidenta de Igualdad incrementaría las penas por violencia de género como medida para reducirla.
No se han convocado los consejos de barrio, no tenemos borrador de presupuestos, no se han puesto en marcha los proyectos participativos, ocultan información a los grupos de la oposición, incumplen las ordenanzas de euskara y participación… Un desastre.
Y si esta ciudad da alguna sensación de dinamismo es porque todavía ahora se están llevando a cabo muchos de los trabajos y proyectos que trabajamos y dejamos encaminados la pasada legislatura, como, por ejemplo, la calle Gebala, el desarrollo urbanístico de la zona de Capuchinos en torno a lo que será el Museo Oteiza-Ciriza, o el nuevo parque de la calle Tafalla.
Ayer conocimos que en breve comenzarán las obras en el antiguo instituto Oncineda para trasladar allí la residencia de personas mayores de Santo Domingo, un proyecto trabajado conjuntamente con el Gobierno de Navarra también durante la legislatura pasada.
En esta zona avanzan las obras de la pista de atletismo, que también se impulsó la legislatura pasada, también junto al Gobierno de Navarra. Queremos recordar además que para este proyecto EH Bildu aportó 300.000 € mediante una enmienda a los presupuestos de Navarra.
Pero no solo eso. Queremos hacer hincapié en este punto para marcar claramente las diferencias que hay cuando está al frente del consistorio EH Bildu y cuando está UPN.
Mientras UPN estuvo a punto de arruinar por lustros a esta ciudad con el caso Oncineda, EH Bildu, junto a sus compañeros de gobierno, salvó a la ciudad, desarrolló la unidad, consiguió gratis los terrenos y modificó el Plan Municipal para posibilitar la instalación de la pista de atletismo y la construcción de la residencia de personas mayores.
Otra diferencia notoria entre una gestión municipal con EH Bildu en la alcaldía y una gestión municipal con UPN: Los Llanos.
Mientras EH Bildu tomó la iniciativa desde el área de Planificación Urbana para conseguir las parcelas de propiedad privada que todavía quedan en Los Llanos, incluido el convento de Santa Clara, e integrarlas en el parque para su disfrute público (el convento para Centro de Salud y Centro de Día públicos), UPN ha paralizado todo el proceso, seguramente para no molestar a las propiedades privadas del parque.
Y es que UPN prima los intereses privados ante los públicos. Lo demuestra en Los Llanos y lo demostró con la senda ciclable y el paseo natural construidos entre nuestra ciudad y Villatuerta, poniendo trabas a este fenomenal proyecto sostenible, que, por cierto, también fue premiado, esta vez por el Ministerio de Sanidad.
Y lo mismo podríamos decir del proyecto del frontón Lizarra, un ambicioso proyecto gestado de manera participativa durante año y medio, que se ha ido enriqueciendo mediante las aportaciones realizadas por la ciudadanía, los grupos políticos y los diferentes colectivos de la ciudad, y que dispone de partida presupuestaria aprobada por una mayoría plenaria.
Es increíble que UPN, en minoría, deje a todo un barrio, y a la ciudad en su conjunto, sin una inversión de alrededor de un millón de euros para convertir una instalación obsoleta e infrautilizada por un par de colectivos, en una instalación multifuncional de acceso libre con nuevas zonas verdes y servicios, aprobado por la mayoría del pleno la legislatura pasada. De nuevo, UPN primando a particulares en detrimento de toda la ciudadanía.
Podríamos seguir enumerando proyectos y acciones que dejamos preparadas con partida presupuestaria aprobada y que son incapaces de sacar adelante como el ensanchamiento de las aceras del puente de San Juan, el aparcamiento de 300 plazas (incluidas 30 para autocaravanas) en la zona de Oncineda, la rotonda de Zaldu, la mejora del frontón Remontival, los 100.000 € de proyectos participativos, los 25.000 € para el alumnado de primaria, etc.
No es el espacio para enumerar todos estos proyectos, pero sí el momento, trascurridos ya seis meses desde la toma de posesión de Marta Ruiz de Alda como alcaldesa de nuestra ciudad, de confirmar nuestra previsión de que nos encontramos ante un gobierno inoperante, en minoría, incapaz de sacar adelante proyectos e iniciativas, incluso de aquellas que ya estaban perfectamente encaminadas. Un gobierno que, pleno tras pleno, hace gala de esa minoría y es incapaz de sacar adelante puntos de mera gestión administrativa porque no sabe ni explicarlos. Un gobierno en minoría que se salta acuerdos de mayorías y beneficia constantemente a la propiedad privada. Un gobierno agotado desde el mismo día en el que se gestó.
Por el contrario, en EH Bildu somos muy conscientes de que esta ciudad necesita acuerdos y consensos entre diferentes para sacarla de la parálisis y hacer frente a estas políticas minoritarias de la derecha. Vamos a poner todo nuestro empeño para que la mayoría progresista salida de las urnas en las últimas elecciones municipales se vea reflejada en la acción municipal, en proyectos concretos y en toda la ciudad en general.