La voluntad de eliminar a los palestinos y las palestinas su identidad y su tierra es clara y sistemática. El término genocidio no es un abuso retórico; es una descripción detallada de la intención y la influencia de las políticas israelíes en Palestina. Son actos realizados con el fin de destruir completamente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
Esta definición se cumple cuando el Estado sionista israelí coacciona los desplazamientos forzados, destruye casas, bloquea económica y sanitariamente Gaza, y niega derechos fundamentales a los palestinos y las palestinas.
La situación de Palestina no es sólo un conflicto territorial, sino una lucha por la supervivencia y la dignidad de un pueblo. La comunidad internacional, sobre todo desde una perspectiva progresista e izquierda, tiene la responsabilidad de denunciar y combatir las injusticias cometidas por Israel.
El genocidio palestino debe frenar y sólo mediante acciones solidarias y contundentes podrá conseguirse justicia y paz para Palestina. La comunidad internacional debe asumir y luchar contra el genocidio palestino, adoptando medidas concretas para proteger los derechos de los palestinos y las palestinas.
La resistencia palestina no es, como nos quieren hacer creer, solo militar, sino cultural, social y política. Desde Euskal Herria también luchamos por el derecho de los palestinos y las palestinas a vivir dignamente en su país de origen. Manteniendo vivas y fuertes las voces de Palestina. La llamada a la solidaridad internacional es más urgente que nunca. Los movimientos de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) pretenden presionar a Israel para que cumpla el derecho internacional y ponga fin a la ocupación.