AKTUALITATEA


| 2025-05-27 18:16:00
Las noticias que se han difundido en las últimas semanas en torno a la central nuclear de Lemoiz han vuelto a despertar el interés público en torno a este asunto. Es comprensible: la construcción de la central de Lemoiz fue un acontecimiento fundamental en la historia de Euskal Herria, y también su paralización. Por ello, el futuro de los terrenos de la central no puede decidirse entre las puertas cerradas de las oficinas.

El Ayuntamiento de Lemoiz aclaró a finales de abril que la sociedad pública Sprilur ha solicitado varias licencias en el último año. El Ayuntamiento, por su parte, además de la tramitación de estas licencias, insiste en que está dispuesto a estudiar todos los proyectos del terreno con transparencia y de forma integradora. Y EH Bildu de Lemoiz quiere destacar, sobre todo, la urgencia de iniciar un proceso participativo. A las ciudadanas nos toca ahora colaborar en ese camino.

No debemos olvidar que la central nuclear de Lemoiz fue el símbolo de un proyecto impuesto. La que se detuvo gracias a la lucha de miles de personas en este país. Pues bien, ahora no se puede decidir qué se hará allí sin consultar a este pueblo. No sólo a alcaldes o concejales. Tampoco sólo al Gobierno o a Sprilur. No, el futuro de la central de Lemoiz, como su pasado, debe decidirse colectivamente.

Nada de planes confidenciales. Palabras claras y decisiones colectivas.