La Mesa de Salud entrará mañana en la fase decisiva para llegar a un Pacto de Salud, una última fase en la que, a juicio de EH Bildu, va a ser imprescindible abordar un debate político en profundidad sobre las estrategias para revertir el modelo vigente en Osakidetza y hacer frente a los problemas fundamentales que en los últimos años han debilitado el sistema público de salud. Para la izquierda soberanista, la Mesa de Salud debe hacer un debate profundo sobre el modelo sanitario, también sobre la relación de la red pública con la privada, porque los límites del modelo vigente se hacen evidentes cada día. Es necesario debatir a calzón quitado sobre todo ello, sin rehuir cuestiones que pueden ser incómodas y sin caer en juegos de escapismo; si fuera así, el Gobierno vasco demostraría que no tiene verdadera voluntad de resolver los problemas.
Tal y como alertó Pello Otxandiano el pasado viernes en el Parlamento, la evolución demográfica va a hacer necesaria una Osakidetza más fuerte en los próximos años porque las necesidades sanitarias serán mayores debido al envejecimiento de la población. Este es precisamente el escenario que debe proyectar la Mesa de Salud, qué necesidades deberá satisfacer Osakidetza en un futuro próximo y con qué recursos la vamos a dotar para que pueda responder de forma adecuada y con garantías. El debate es profundo y, por la tanto, requiere de tiempo y calma, no prisas. La Mesa de Salud no puede resolver en cuatro reuniones años de deterioro de Osakidetza.
Teniendo todo ello en cuenta, EH Bildu ha expresado su preocupación por el último documento que el consejero Alberto Martínez ha trasladado a los partidos y agentes participantes en la Mesa de Salud. Ese documento no recoge aportaciones importantes de la izquierda soberanista y tampoco responde al diagnóstico acordado en la primera fase; tiene numerosas carencias y no aborda las principales causas del deterioro de Osakidetza.