AKTUALITATEA


| 2024-05-07 16:32:00

La portavoz adjunta de EH Bildu en el Senado, Idurre Bideguren, ha preguntado a la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, sobre la postura del Gobierno español respecto al recién aprobado pacto europeo de migración y asilo que, “una vez más, fomenta la securitización de las políticas migratorias a costa de la protección de los derechos humanos”, en palabras de Bideguren.

De este modo, la senadora soberanista ha denunciado en la sesión de control de hoy el trato desigual que reciben los solicitantes de asilo en los países europeos: “Ante las numerosas sentencias que evidencian una clara vulneración del derecho humanitario, era necesaria una reforma, pero una reforma basada en los principios de solidaridad y responsabilidad compartida. Una reforma que minimice los riesgos y que garantice vía seguras”.

Por el contrario, tal y como ha argumentado Bideguren, con el nuevo pacto europeo “lejos de proteger a las personas se ha puesto el foco en la externalización de las fronteras y el retorno”.

Por ello, la senadora Bideguren ha lamentado que tanto el Gobierno español como el PSOE hayan comprado ideas de la ultraderecha reaccionaria, apostando por el impedimento o la expulsión de inmigrantes, priorizando el cierre para los países del continente africano y planteando cárceles marítimas como la de la isla de Alborán. “Las ideas y discursos xenófobos y racistas se combaten no solo con palabras, sino con hechos. Y este acuerdo va en sentido contrario”, ha denunciado. “Es intolerable buscar argucias jurídicas para permitir la vulneración de derechos”.

 

Ningún avance

En esa misma línea, Bideguren ha constatado que el pacto no contiene ningún avance para prevenir las muertes en el mar Mediterráneo, ya que dificulta las labores de rescate de las ONGs. “Qué lejos está de la realidad quien piense que poniendo obstáculos disuade; lo único que hace es llevar al precipicio a las personas más vulnerables”.

Sin ir más lejos, el 2023 ha sido el año más mortífero desde que existen registros. Mientras tanto, todos los gobiernos europeos se enorgullecen por su Estado de derecho, cuando en política migratoria actúan con “medidas excepcionales más parecidos a un Estado de excepción”.