AKTUALITATEA


| 2021-07-06 09:03:00

Como era de prever, la supresión de las ultimas normas restrictivas, como cierre de la hostelería o uso obligatorio de la mascarilla, podía llevar a flexibilizar comportamientos en un contexto de Fiestas de Sopela. A pesar de ello, debemos todas ser conscientes de que la pandemia aún sigue entre nosotras y que debemos actuar y relacionarnos con responsabilidad, basado en el cuidado de nuestra salud colectiva.

Sopela, pudo disfrutar estas fiestas con una amplia programación cultural de calidad. Y no, NO CRIMINILAZAMOS LA CULTURA porque la cultura es segura y sí, todos los eventos respetaban todas las medidas socio-sanitarias con rigor. Del mismo modo que al margen de esta programación muchas otras personas también salieron a las calles de Sopela con el deseo de disfrutar en compañía de las fiestas.

Teniendo en cuenta que esta apertura y flexibilización de las medidas podía originar ciertas complicaciones, se podía haber diseñado un plan de prevención de seguridad por parte de la policía local recordando las normas sanitarias para que estas se cumplan. Este fin de semana vimos, bares llenos (testimonios de camareros de situación insostenibles que ellas no podían controlar), calles y terrazas llenas, incumplimientos de normas. ¿No se podía haber ordenado todo esto, con un plan de prevención especial y con la ayuda y recordatorios de la policía municipal? Por el contrario, sí que tuvieron tiempo para identificar nuevamente a jóvenes de Ernai por “pegar una pancarta con celo”. Incluso este mismo lunes, Víspera de San Pedro, resultó significativo ver patrullar de forma continua a los municipales por las calles más céntricas. Lo cual, sorprendentemente, no se había dado en días anteriores cuando las aglomeraciones de personas fueron mucho mayores.

Pero mejor esperar a que lo arreglen los siguientes. La solución: mandar varias patrullas de la Ertzaina a las cuatro de la mañana con armamento anti-disturbio, y nada más llegar, lanzar proyectiles de 'Foam' contra toda la gente que se encontraba en esa calle ¿Cómo es posible desplazar a personal anti-disturbio a un lugar donde no se están produciendo disturbio ni altercado alguno, haciendo, además, uso de dicho armamento de forma indiscriminada?, ¿De verdad no se podría haber actuado de otra forma? Lamentablemente ello provocó la detención de un joven, cuyo arresto, además, se produjo de forma grotesca y desmesurada. Una costilla rota, una muñeca inflamada y hematomas por toda la espalda en forma de porrazo.

Nos parece grave la brutalidad, uso de la autoridad y violencia con la que se actuó. Creemos que la situación podía resolverse antes, aplicando medidas de prevención y no de represión y ante todo con toda seguridad y respeto. Esta respuesta fue desmedida e intolerable.

Resulta igual de inadmisible el uso de esta situación para una vez más criminalizar a los y las jóvenes, en particular a los de la izquierda independentista. Cito titular: “el alcalde de Sopela dice que en los incidentes del botellón aparecieron pintadas independentitas”. Es evidente la intencionalidad política de poner en el punto de mira a una ideología concreta buscando relacionarla con los incidentes del sábado y haciendo verla como artífice de los mismos.

Pura demagogia, una vez más, empleada para intentar criminalizarnos, además de utilizarlo para, nuevamente, acomodar una espesa cortina de humo que oculte problemas más graves. Creemos que antes de acusar a nadie quien lo hace habría de sentir su conciencia tranquila. Y precisamente, la limpieza y transparencia de este Gobierno queda más que en entredicho.

MOCIÓN DE URGENCIA.