AKTUALITATEA


| 2021-12-24 17:32:00

Desde EH Bildu opinamos que es gravísimo la forma en que el PNV ha sacado adelante sus presupuestos municipales para el 2022: gracias a la abstención de la concejala expulsada de Podemos y con el voto de calidad de su alcalde. De hecho, en la intervención de la concejala no adscrita ésta daba un apoyo explícito a las cuentas propuestas por el PNV. Lo ocurrido en la aprobación de los presupuestos es algo que nos esperábamos desde antes del verano, cuando la concejala de Podemos Patricia Alonso facilitó la licitación a 15 años del polideportivo de Sopela en contra de su partido, del resto de la oposición y de los sindicatos, para a continuación pedir su liberación. Recordemos que EH Bildu ha exigido su dimisión en los plenos de junio y septiembre.

Ante estos hechos vergonzosos,en EH Bildu nos retificamos en nuestra postura: no vamos a dar carta blanca al PNV... cuando no ha tenido en cuenta nuestras aportaciones o en su caso las ha manipulado y ha hecho con ellas lo que quería (tanto en las enmiendas parciales que aceptó en febrero de 2021 como en el acuerdo presupuestario 2020/2021), cuando ha impuesto una adjudicación (kiroldegia) a 4 legislaturas sin consenso, cuando permite la represión policial contra jóvenes de Ernai, cuando ha tomado decisiones de manera unilateral sin consultar a la oposición (el víal de Osteiko, sin alternativas al tráfico por Sopela), cuando ha facilitado sin ninguna oposición la futura construcción del BM, cuando no ha hecho nada para adecuar los terrenos del aparcamiento de Loroño para albergar el nuevo edificio educativo acordado por la comunidad escolar (mientras llevaba a cabo su proyecto de ampliar el espacio del actual Zipiriñe...), cuando pretende dar prioridad a la construcción una nueva comisaria de policia municipal frente a otras necesidades de nuestro municipio...

Nuestra negativa a los presupuestos no se centra únicamente en las cuentas del 2022. Nuestro no a los presupuestos es fruto de la desconfianza hacia el PNV, fruto de la valoración negativa de estos dos años de legislatura y una crítica directa a su modelo de gobernanza, unilateral y no colaborativo. Los proyectos que impulsa y las formas de impulsarlos no coinciden con nuestro
modelo de pueblo.

Por todo ello, hemos dicho NO a unos presupuestos que no responden a las necesidades de Sopela, y hemos dicho NO a la utilización de una tránsfuga por parte del PNV para sacarlos adelante, alterando la representatividad emanada de las urnas.