El proyecto de soterramiento del topo a su paso por Pasai Antxo debía haber comenzado en el 2016, seguido a la finalización de la estación de Altza. Pero dada la inoperancia, dejación y falta de defensa de los derechos de la ciudadanía pasaitarra por parte desgobierno del ayuntamiento de Pasaia, este proyecto se ha pospuesto “sine die” por enésima vez. Hay una deuda moral, ética y política de dichas instituciones con las/los pasaitarras y especialmente con los/las antxotarras.
Los y las pasaitarras hemos dicho basta. Estamos hartos y hartas de que no se haga una apuesta clara por Pasaia. De que las instituciones, entre las que incluimos a Gobierno Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa, ETS o el propio Ayuntamiento de Pasaia, hagan luz de gas a la ciudadanía pasaitarra y a sus necesidades. Cansados y cansadas de que un proyecto de vital importancia como es el soterramiento del topo a su paso por Pasai Antxo se deje sin efecto una vez tras otra.
Pero hay que dejar las cosas claras. Que los y las antxotarras pidamos el soterramiento del topo no es un capricho, ni mucho menos. El viaducto que sustenta toda la estructura del topo y que divide en dos el segundo distrito más poblado de Pasaia está en un deterioro importante, por mucho que el Ayuntamiento lo haya querido ocultar mediante pequeñas obras y trampantojos. Dicho viaducto, además, colinda con al menos 800 viviendas. Viviendas familiares que tienen que soportar como cada quince minutos, sea verano, invierno, lunes o domingo, que el topo pasa generando gran estruendo a escaso medio metro de sus ventanas. ¿Es eso sinónimo de buena calidad de vida? Desde luego que no lo es.
Con el paso de los años, la eliminación del viaducto que sustenta el topo así como el soterramiento del mismo se han convertido en proyectos vitales para el desarrollo urbanístico, cultural y social del distrito de Antxo y no realizar estas acciones tiene un impacto directo y negativo en la calidad de vida de los y las antxotarras condenando al pueblo a tener una infraestructura obsoleta y que a su vez genera puntos negros para la seguridad importantes a lo largo de todo el distrito que recorre.
Esto es una pequeña muestra de las razones que nos impulsan a exigir el soterramiento del topo a su paso por Antxo, pero hay más que iremos trasladando a la ciudadanía para su conocimiento. Es hora de que las instituciones se pongan a la tarea y comiencen a recuperar el tiempo perdido de la tan cacareada regeneración de Pasaia. Los y las pasaitarras nos lo merecemos.