AKTUALITATEA


| 2021-04-12 14:28:00

Unai Fernández de Betoño ha denunciado hoy en el Parlamento “el clientelismo de baja intensidad” que se da en los contratos menores que adjudica el Gobierno de Lakua, ya que distintas empresas se sirven de sus contactos políticos con PNV y PSE para acceder a esas contrataciones sin necesidad de superar un concurso público. Son contratos menores los inferiores a 40.000 euros, en el caso de contratos de obras, y los inferiores a 15.000 euros, si se contratan servicios o suministros, y, como tales, el Ejecutivo los puede adjudicar directamente, sin concurso público. Según los últimos datos oficiales, Lakua adjudicó en 2019 más de 3.600 contratos menores por valor de casi 55 millones de euros. En opinión de Fernández de Betoño, “son contratos a tener en cuenta tanto cuantitativa como cualitativamente, puesto que muchas veces tienen relación con el clientelismo”.
Tal y como ha indicado el parlamentario de EH Bildu, las cantidades económicas que se mueven en esos contratos no son enormes, “pero esconden una red clientelar, ya que algunas empresas se valen de sus relaciones políticas con PNV y PSE para ser contratadas directamente, sin concurso”. A modo de ejemplo, Fernández de Betoño ha apuntado que “dos firmas adjudicatarias de contratos de comunicación del consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, del PSE, tienen relación con ese partido y otras dos que están detrás de los tres principales contratos para elaborar la lista de proyectos para los Fondos Europeos tienen lazos con el PNV”.
Tras constatar que “en algunos contratos menores se han producido prácticas inadecuadas” que han obligado a la Oficina de Control Económico del Gobierno a rescindirlos porque no cumplían la normativa, el parlamentario independentista ha denunciado que las recomendaciones que esa oficina hizo en relación a ese tipo de contratos hace más de un año no se están cumpliendo de modo correcto.
Además, ha subrayado que es clave que ese órgano de control actúe “con plena y total independencia”, pero ha puesto en cuestión que eso sea así, ya que su director, Javier Losa, ha sido burukide en el Araba Buru Batzar del PNV. Para Fernández de Betoño es claro que ahí hay “un conflicto de intereses” y que es “muy dudoso que un ex alto cargo del PNV pueda controlar con plena independencia la actividad pública del PNV”.