AKTUALITATEA


| 2022-09-16 10:34:00

El trabajo dentro y fuera del Ayuntamiento buscará “combatir la desigualdad; impulsar el reparto de la riqueza; reforzar los servicios públicos y avanzar en la transición energética”

 

“Este nuevo curso político va a estar marcado por la delicada situación económica y social que ya estamos viviendo, una situación en la que EH Bildu tiene claro que la prioridad absoluta será cubrir las necesidades de la gente de Iruñea y, sobre todo, de quienes están en situación más vulnerable”. Con esta frase el portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona, Joseba Asiron, ha querido resumir el espíritu con el que la formación soberanista emprende el último curso político de la presente legislatura. “Vamos a seguir apuntalando la alternativa a Maya y a UPN con la vista fija en mayo, fecha en la que la ciudadanía, estoy convencido, pondrá punto final a estos 4 años de despilfarro, ocurrencias, unilateralidad, irregularidades, clientelismo y mala gestión”, añadía.

Asiron, en la apertura del curso político, ha anunciado que en el Ayuntamiento su grupo planteará alternativas “a corto y largo plazo” para garantizar que “esta crisis no la paguen las familias y los sectores más vulnerables; para combatir la desigualdad e impulsar el reparto de la riqueza; para reforzar los servicios públicos y ampliar los derechos y para avanzar en la transición energética y medidas contra el cambio climático”. Asimismo, la labor de fiscalización y control de los “desmanes” de Maya y su gobierno será otra de las líneas prioritarias de acción para “acabar con la impunidad y poner freno a los tratos de favor, contratos a dedo y despilfarros”. De forma paralela, EH Bildu reforzará “el contacto directo con la ciudadanía, los barrios y el tejido asociativo de la ciudad” con la finalidad de que “éste siga siendo el grupo más eficaz a la hora de recoger y dar respuesta a sus inquietudes”.

“Somos conscientes de que en estos tiempos convulsos va a haber quien quiera que la situación política, económica y social de Iruñea esté condicionada por los intereses de determinadas élites, situación que no vamos a permitir”, sostenía el portavoz municipal. “No serán las multinacionales las que nos impidan intervenir, en la medida de nuestras competencias, en el mercado energético local; no serán sus intereses los que nos impidan hacer todo lo que esté en nuestra mano para garantizar viviendas dignas y asequibles; no serán esos agentes los que nos aten las manos contra la especulación en bienes de primera necesidad”, ilustraba. Frente a la “incapacidad que demuestran Maya y su equipo, hay que tejer acuerdos sociales y políticos para avanzar hacia un futuro esperanzador”, exponía Asiron, “y eso, necesariamente, hay que hacerlo de la mano de la gente”.

De las partidas contra la pobreza energética a las comisiones de investigación

Dentro del Ayuntamiento, EH Bildu se plantea dos líneas de trabajo: la propositiva y la de fiscalización y control del gobierno. En la primera, la máxima será “asegurar que la factura de esta crisis no recaiga en quienes menos tienen y garantizar que el esfuerzo colectivo se guiará por criterios de progresividad”. Para ello, en el plano fiscal, la formación anuncia iniciativas para “aumentar la progresividad de los tributos y las reducciones en algunos servicios”. Entre ellas cita el impuesto a las viviendas vacías “sólo para bancos, grandes inmobiliarias y grandes tenedores de vivienda”; la aplicación de criterios de progresividad en las reducciones de tasas (el ejemplo serían las tarjetas de residente de la zona azul) y el impulso a la bonificación de hasta el 90% del pago de la contribución a familias vulnerables.

En el plano presupuestario, el grupo abertzale impulsará partidas concretas para “una lucha real y eficaz ante dramas como la pobreza energética o el aumento de los precios de productos básicos”, al tiempo que buscarán “garantizar la gratuidad de los servicios públicos a las rentas bajas”. En el plano de los derechos, la prioridad será el Plan de Vivienda “que lleva más de 3 años de retraso”, y en el plano de la transformación energética y lucha contra el cambio climático, el proyecto de Ordenanza del Plástico, la rehabilitación de viviendas, el impulso a las comunidades energéticas y al autoconsumo e impulsar en la planta de biomasa de la Txantrea.

La segunda línea de actuación en la institución será la de fiscalización y control del equipo de gobierno. Para ello se plantean tres herramientas concretas: las comisiones de investigación, una  auditoría exahustiva “de los proyectos más oscuros de esta legislatura” y “continuar las labores de investigación que han permitido a EH Bildu desvelar casos como la grúa de Labairu, las contrataciones a dedo del despacho del hermano de Caballero o los contratos a personas afines en Coworkids”. “La máxima es que Maya y UPN den cuenta por su forma cortijera de gobernar”, sentenciaba Asiron.

Cinco debates ciudadanos

Finalmente, el portavoz abertzale ha hablado de las prioridades de su formación fuera de la acción institucional. El objetivo central pasa por “reforzar el contacto directo con la ciudadanía, los barrios y el tejido asociativo de la ciudad con la finalidad de que éste siga siendo el grupo más eficaz a la hora de recoger, transmitir y dar respuesta a sus inquietudes”.

“Pero además planteamos que EH Bildu sea también un agente impulsor de dinamización de la vida ciudadana y, en torno a este objetivo, planteamos abrir cinco grandes debates, barrio a barrio, sobre la base de sendos trabajos elaborados por nuestra formación”, añadía Asiron. Transición ecológica y cambio climático en Iruña; Plan Social de Vivienda y cooperativismo; Cuidados y acción comunitaria; Transparencia-Corruptelas en el Ayuntamiento y Cultura popular y participación ciudadana, serán las temáticas.