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El ejemplo de Durango frente a la prepotencia del PNV de Getxo

Ibon Rodriguez Larrinaga | 2021-03-16 10:04:00

"Yo consulto a quién considero oportuno". La respuesta del concejal de Patrimonio, contratación y vivienda, cuando se le subrayó lo irregular de consultar cuestiones del PGOU con el apoderado de una sociedad de promoción inmobiliaria, es el claro exponente de la actitud del PNV de Getxo: la prepotencia.

Los límites de la ética sucumben ante una concepción del sistema democrático que les lleva a gestionar el ayuntamiento como el patio trasero del batzoki.

Otro ejemplo son los presupuestos participativos. Se pregunta a la gente, cierto, pero si las respuestas no gustan se eliminan, y si es necesario se inventan, o el equipo de gobierno de PNV-PSE reformula propuestas ciudadanas cambiando radicalmente su objetivo, o las deforma bajo denominaciones ambiguas para adecuarla a sus intereses.

De esto saben mucho en Romo. Cuando el envejecimiento activo es el nuevo mantra al que se aferra el PNV, en Romo la contradicción es visible; el ataque continuo contra las actividades de Ibar Nagusien Etxea lo deja bien patente. La Nagusien Etxea de Romo era y es ejemplo de dinamismo social y envejecimiento activo, pero el PNV ha decidido desmantelarla y derribarla. Vecinos y vecinas de Romo llevan años luchando por mantener unos edificios (la nagusien etxea y el antiguo euskaltegi municipal) en pie y en buen uso por ser memoria indisoluble de las vidas de las gentes del barrio más obrero de Getxo. Romo ha visto como los proyectos se sucedían, todos con un objetivo común: derribar. Vecinos y vecinas de Romo han pedido una y otra vez la celebración de una consulta y el PNV solo sabe decir que ganaron las elecciones.

La realidad demuestra que existe otra forma de hacer política. En la legislatura anterior el gobierno municipal de Plentzia sometió los presupuestos al pleno sabiendo que no tenía mayoría. Y el alcalde de Plentzia, gobernó con los presupuestos aprobados en pleno que no eran los suyos. Ese ejercicio básico de respeto democrático es inconcebible para el PNV de Getxo que en las mismas fechas negaba el debate presupuestario al pleno, y a la gente de Getxo solo porque no tenía mayoría absoluta. En esta legislatura, la inestimable servidumbre del PSE les otorga esa mayoría, y el debate vuelve al pleno, pero lo hace incapaz de despojarse de sus aires de prepotencia, imposición y falta de respeto. Este año han rechazado todas las enmiendas de la oposición, hasta una de Elkarrekin Getxo lo que lo único que pedía era actualizar la agenda de la alcaldesa.

El pasado domingo día 14 en Durango, durangueses y duranguesas acudieron a votar para decidir qué hacer con un proyecto clave para el desarrollo del pueblo. La votación, la consulta popular, legalmente no era vinculante, sin embargo, la alcaldesa de Durango de EH Bildu, Ima Garrastatxu se comprometió a respetar el resultado de la consulta y trabajar para hacerlo realidad desde el día siguiente de la misma; sea del agrado de EH Bildu o no.

Algo que se les ha negado una y otra vez a los vecinos y vecinas de Romo: votar. Consultar a la gente debería ser una actitud normal ante proyectos determinantes para el futuro del municipio, como el derribo obtuso y obcecado de la Nagusien Etxea de Romo y el antiguo Euskaltegi Municipal, o por ejemplo la futura (si es que llega que lleva 12 años de retraso) aprobación del PGOU, que ahora está siendo objeto de modificaciones y asesoramientos de dudosa ética.

Son diferentes formas de entender la democracia. El PNV usa y retuerce las reglas democráticas en pro de sus intereses. Otros preferimos explorar los límites de una democracia burguesa, de por sí imperfecta, para conseguir que cada vez más sea la gente la que decida su futuro, que sean los y las getxoztarras como quieren vivir. Para lograrlo es necesario un cambio profundo, muchos y muchas estamos en ello y esperamos que cada día seamos más y más.