Tras cerca de un mes de obras, BIZAN Arana reabrirá su comedor mañana, 27 de marzo, con la novedad de disponer de 20 plazas más. Gracias a este incremento, 70 personas mayores podrán acudir a diario, con lo que la lista de espera del barrio prácticamente desaparece y, además, aumenta la oferta en el conjunto de la ciudad a 762 plazas. El acuerdo presupuestario del Gobierno municipal con EH Bildu en 2024 ha permitido incrementar la oferta y cubrir mejor las necesidades de las personas mayores de 60 años.
Las obras de las últimas semanas han obligado a que las personas usuarias del comedor de Arana hayan tenido que comer en sus casas los menús facilitados por BIZAN. Los trabajos han afectado al espacio de comedor como tal y también al office, donde se da el último toque a las comidas que se elaboran en la cocina central ubicada en el CIAM San Prudencio. Así mismo, se han adquirido electrodomésticos con mayor capacidad (frigorífico, lavavajillas de capota, horno y sistema de extracción de vapores) y se ha cambiado parte del mobiliario, con lo que la mejora se apreciará tanto en el confort como en el número de personas atendidas. En total, la inversión en la reforma de BIZAN Arana ha ascendido a 62.000 €.
El concejal de Políticas Sociales, Lucho Royero, ha mostrado su satisfacción “porque vamos a ofrecer más y mejor servicio, lo que implica directamente la práctica eliminación de la lista de espera”. De hecho, el comedor arrancará con 67 plazas cubiertas del total de 70 y es probable que las restantes se ocupen en breve. Las ventajas de los comedores municipales son muchas. “Las personas mayores que cumplan los requisitos -y tras la correspondiente valoración social- pueden contar con una comida completa y sana en un entorno de relación agradable. Se trata de un servicio de proximidad, que los y las usuarias valoran muy positivamente porque les permite mantenerse en su entorno habitual. Invertir en este tipo de servicios es invertir en cuidados y en esa línea vamos a seguir trabajando”, ha detallado el responsable de Políticas Sociales.
Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Rocío Vitero, “en una sociedad donde la esperanza de vida se está incrementando es primordial no descuidar los servicios de cuidados para las personas mayores. En este sentido, las instituciones hemos de actuar con responsabilidad y asegurar tanto la autonomía como la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad, para ello, es esencial que las personas usuarias puedan mantenerse en su barrio a la hora de acudir a los comedores. Uno de nuestros objetivos es culminar el despliegue de los comedores de barrio, con cocina propia en todos ellos, eficaz en las demandas diarias y con una gestión de plazas ágil y sencilla”.
El acuerdo de PSE y PNV con EH Bildu incorporará en próximos meses otra mejora en la red de comedores BIZAN ya que en otoño abrirá un nuevo comedor, esta vez en Sansomendi, barrio que carece de este servicio. Tendrá una capacidad de 50 plazas.
Recientemente la Junta de Gobierno Local ha adjudicado las obras de renovación del sistema eléctrico de BIZAN Sansomendi, trabajos imprescindibles para habilitar el comedor. También se reformará el office y se instalarán nuevo mobiliario, maquinaria y menaje. La obra se realizará en verano, haciéndolo coincidir con el descanso habitual de agosto, para reducir el perjuicio a las personas usuarias ya que implicará el cierre del centro BIZAN durante dos meses.
Actualmente y a la espera del nuevo recurso de Sansomendi, los comedores del Servicio municipal de Personas Mayores ascienden a 14, 11 de los cuales se ubican en los centros de la red BIZAN y los 3 restantes en otros espacios municipales de atención a personas mayores. El de Sansomendi será el 15º. Desde mañana, el Departamento de Políticas Sociales oferta 762 plazas de comedor. En estos comedores se facilita una comida completa y adecuada desde el punto de vista nutricional, a la vez que se fomentan las relaciones sociales. Sus destinatarios son personas de 60 años o más, con dificultades para mantener una alimentación adecuada por falta de apoyo familiar, soledad o aislamiento social, riesgo de dependencia, dependencia grado 1, problemas económicos o de otro tipo. Además, tienen que ser capaces de comer sin ayuda.