AKTUALITATEA


| 2021-06-16 11:54:00

EH Bildu ha presentado hoy Araba Zero Karbono, un plan que persigue alcanzar un territorio neutro en carbono para 2050. Para entonces habrá que reducir el consumo en un 40% y el 95% del mismo deberá provenir de energía renovable. Esto supone multilpicar por diez la producción renovable actual que es inferior a 1.000GWh/año, es decir, el 7,5% de la producción total. Pero antes, EH Bildu  plantea un escenario intermedio, en 2030, en el que el 35% del consumo bruto de energía deberá ser renovable, al tiempo que se debe reducir en un 30% su consumo. En este caso, el incremento de producción renovable se debe multiplicar por cinco. Esto se traduce en una inversión para 2030 de 2.300  millones de euros para producir 2.250  GWh/año de energía fotovoltaica y otros 1.000 GWh/año de energía eólica.

 

Mikel Otero, Kike Fdez de Pinedo y Amancay Villalba, representantes de EH Bildu en el Parlamento vasco, las Juntas Generales de Araba y el Ayuntamiento de Gasteiz han explicado los pormenores de este plan. Según ha detallado Villalba, “debemos ser conscientes de la situación de emergencia climática en la que nos encontramos en la que ya no valen paños calientes”. Así, EH Bildu entiende que este proceso debe tener cuatro pilares básicos: avanzar hacia un modelo de soberanía energética, garantizar el control público y la democrática energética, la preservación del patrimonio natural y la biodiversidad y que tanto el proceso como la estrategia cuenten con el mayor consenso posible.

 

 

 

Esta transformación no está exenta de riesgos y nuestro territorio se puede convertir en un jugoso tablero para empresas y fondos de inversión. Desafortunadamente, algunos parecen contemplar Araba como un territorio de oportunidad desde esa perspectiva, entienden que Araba es una hoja en blanco para la implantación de nuevos proyectos sin estrategia ni control. Por eso, las instituciones públicas deben tomar las riendas con una planificación decidida, una estrategia eficaz y una gestión democrática, transparente y colaborativa que prima el interés público y la rentabilidad social”, ha subrayado Villalba.

 

Tal y como ha explicado Mikel Otero, en los últimos 30 años el consumo de energía ha crecido de forma constante y sólo el 7,51% de la energía que se consume es de origen renovable. Cabe destacar además la “enorme” dependencia energética que tenemos del exterior. “Por eso nos planteamos unos objetivos muy ambiciosos que persiguen reducir el consumo en un 25% para 2030, una reducción a conseguir en base al ahorro y la eficiencia energética y a la vez hacer un despliegue de renovables. Estos objetivos nos pondrían en hora con Europa, de manera que en 2030 podríamos  hablar de un descenso de emisión de gases invernaderos del 55% respecto a 1990, que es el año que se adopta como referencia”, ha detallado Otero.

 

Por eso, Araba Zero Karbono se plantea dos objetivos: reducir el consumo e implantar medidas que permitan avanzar en la eficiencia energética y generar energía renovable respetando el entorno natural y la biodiversidad. Así EH Bildu insiste en que se deben declarar zonas de exclusión los espacios naturales o montes catalogados como espacios de protección o paisajística, así como aquellos que afecten a flora o fauna protegida.

 

En lo que a energía fotovoltaica hace referencia, EH Bildu fija como objetivo la instalación de placas fotovoltaicas en el 50% de las cubiertas disponibles en el territorio a través de comunidades energéticas, cooperativas y otras fórmulas colaborativas. Paralelamente se plantean pequeñas y medianas instalaciones hasta alcanzar una potencia instalada total de 1.500 GWh/año. Por otro lado, junto a Ekian y Ekienea, EH Bildu apuesta por instalar otros 320 MW adicionales que requieren una ocupación de suelo de 350 hectáreas. Para esos huertos solares se han elegido zonas antropizadas y en desuso como es la red de carreteras de alta capacidad, la fallida balsa de Noryeste, las zonas en desuso de la cantera de Laminoria en Arraia-Maeztu o el campo de golf abandonado de Lagran.

 

“La generación energética distribuida, en especial la fotovoltaica distribuida, debe ser la principal apuesta pública en las próximas décadas. No solo por lo que supone a la hora de rentabilizar los espacios ya antropizados para destinarlos a la generación de energía, también por el cambio de paradigma que supone en el camino a una democratización en la generación y consumo energético y las implicaciones que tiene en la concienciación e implicación colectiva a la hora de afrontar la emergencia climática. Un ejercicio sin precedentes de colaboración público-comunitaria.Para el logro de los citados objetivos será indispensable la combinación acciones comunicativas, jurídico-administrativas y financieras (especialmente en los ámbitos de planificación, urbanísmo y fiscalidad) que fomenten la interiorización social de la dimensión del reto colectivo al que nos enfrentamos e incentiven la iniciativa ciudadana a la hora de apostar por instalaciones de generación energética”, ha explicado Kike Fdez de Pinedo.

 

En lo que a energía eólica hace referencia, EH Bildu propone repotenciar los parques eólicos de Badaya y Elgea-Urkila para casi triplicar su producción y que pasen de producir 300 GWh/año a más de 800 GWh/año. Además, se deben instalar 80 MW adicionales en ubicaciones que generen “consenso social y político”. La producción eólica se completa con la apuesta por la generación mini eólica como complemento a la generación fotovoltaica distribuida y cubrir así su intermitencia durante la noche. Una apuesta efectiva por estos proyectos permitirá alcanzar una producción eólica de 1.750 GWh/año en 2030.

 

A estas propuestas hay que sumar la generación hidroeléctrica, el aprovechamiento de la biomasa, la geotermia y la recuperación de la energía derivada de los procesos industriales que se deben desarrollar municipio a municipio a través de sus planes energéticos locales.

 

Y como no podía ser de otra manera, este plan plantea también  ambiciosos objetivos en materia de eficiencia energética. En este capítulo, se presta especial atención al transporte, la industria y las edificaciones. En materia de transporte, EH Bildu plantea potenciar los actuales corredores ferroviarios y avanzar hacia la electrificación del transporte público. En materia industrial, procesos para recuperar ese 40% de que pierde principalmente en forma de calor  y poner el suelo industrial al uso de la generación de energías renovables. Por último, en materia de edificaciones se apuesta por un plan ambicioso para la rehabilitación, la generación de renovables y la revisión de los criterios de nueva edificación bajo parámetros bioclimáticos y de autosuficiencia energética.