AKTUALITATEA

| 2020-07-23

EH Bildu ha reclamado hoy al Gobierno de Lakua que asuma un papel activo en defensa del empleo en Tubacex, un caso que, según ha advertido Iker Casanova, “no es un caso aislado, sino el primero, como Siemens Gamesa en Nafarroa, de los problemas que vamos a tener en importantes industrias del país”. Por ello, ha subrayado, “el Gobierno tiene que tener un papel activo y protagonista en defensa del empleo y la industria; no es un notario que levanta acta de la situación ni un testigo mudo, sino que debe liderar una política industrial real”. Casanova, junto con la también parlamentaria Eba Blanco y alcaldes y concejales de EH Bildu de Aiaraldea, ha hecho estas declaraciones a las puertas de la factoría de Tubacex en Laudio, donde todos ellos han comparecido “para denunciar otro capítulo de la decadencia socioeconómica que venimos padeciendo en Aiaraldea y reivindicar una solución real para la regeneración de la comarca”.

Casanova ha demandado “una política industrial proactiva, que se anticipe a los problemas, con visión estratégica y que esté dotada de recursos; por el contrario, la política industrial del Gobierno vasco se caracteriza por la pasividad, el cortoplacismo y la propaganda”.

Tras explicar que la covid-19 ha agravado y hecho aflorar los problemas estructurales de la economía vasca, el parlamentario de EH Bildu ha alertado de que en esta coyuntura “determinados sectores empresariales van a querer aplicar la doctrina del shock y aprovechar la conmoción social para recortar plantillas y buscar el beneficio de forma cortoplacista a costa de deteriorar las condiciones laborales y destruir empleo”.

Frente a ese peligro real, ha insistido, “tenemos que poner pie en pared porque van a intentar que las consecuencias de la crisis recaigan sobre los sectores trabajadores, van a intentar blindar la baja fiscalidad de los ricos y actuar mediante recortes en los servicios públicos y despidos en las empresas privadas”. La propuesta de EH Bildu “es exactamente la contraria: subir la fiscalidad a los que más tienen para tener recursos para hacer políticas públicas en defensa del empleo y la industria, mantener los servicios públicos y que las y los trabajadores no sean nuevamente los más castigados por la crisis”.

En este sentido, Casanova ha asegurado que existen instrumentos para trabajar en esa dirección, que podrían aplicarse en Tubacex y otros casos análogos que puedan darse. “Durante la pasada legislatura y en la campaña electoral hemos propuesto la creación del Instituto Vasco de Inteligencia Económica para que escanee de forma permanente nuestro tejido productivo y detecte con carácter temprano cuáles son las debilidades para poder intervenir con carácter preventivo, hemos propuesto un protocolo integral de acompañamiento a empresas en dificultades que vaya desde la asesoría hasta la entrada de capital público y hemos propuesto también herramientas económicas, 1.800 millones de euros, para dotar de liquidez a las empresas, intervenir en rescates y aportar capital a empresas estratégicas o en dificultades”.

En la misma línea que Casanova, Eba Blanco ha incidido en la responsabilidad de las instituciones en el proceso de decadencia socioeconómica de Aiaraldea, que “sigue sufriendo las consecuencias de la reconversión industrial de la década de los 90, entre otras cosas porque el Gobierno vasco y la Diputación de Araba no han realizado ninguna inversión significativa en el sistema productivo y la innovación de las empresas de la comarca”, lo cual ha traído consigo el cierre progresivo de empresas y el aumento del paro, con una de las tasas más altas de la CAV.

Blanco ha recordado que “llevamos muchos años diciendo que esta comarca necesita y merece una atención especial por parte de las instituciones” y ha afirmado que en esta nueva legislatura debe jugar un papel clave la ponencia que el Parlamento constituyó a iniciativa de EH Bildu para diseñar un plan de actuación y revitalizar Aiaraldea”.