La sección segunda de la Audiencia Provincial de Álava ha condenado a 13 años de prisión, con un cumplimiento máximo de 9 años, al antiguo gerente de la sociedad Orduñako Industrialdea y miembro de la ejecutiva del PNV Alfredo De Miguel por delitos de cohecho y prevaricación. Fue el cabecilla de una trama de cobro de comisiones por la venta y promoción de terrenos industriales y pabellones en Zambrana y en el parque tecnológico de Miñano en Araba.
De Miguel al mismo tiempo que se apropiaba de millones de euros en Miñano, era el máximo responsable de la sociedad Orduñako Industrialdea de la que fue gerente entre agosto de 2005 y febrero de 2008. El objetivo de de esta entidad era la venta de suelo industrial y pabellones.
Está acreditado que al mismo tiempo que era gerente de Orduñako Industrialdea De Miguel adjudicó a una de las empresas utilizadas como tapadera en Miñano, Urbanorma Consulting, propiedad del también condenado Jon Iñaki Echaburu, contratos de asesoría en julio de 2006. Un modus operandi idéntico al empleado tiempo después y por el cual la justicia ha dictaminado que ambos malversaron millones de euros.
El PNV no ha aclarado cual fue el papel de este delincuente durante los años que estuvo al frente de esta sociedad pública en la que participaba el ayuntamiento. No hay que olvidar que el entonces alcalde Ricardo Gutiérrez así como un concejal formaban parte del consejo de la entidad.
Al final es el pueblo quien paga porque quienes fueron responsables públicos pusieron el desarrollo industrial en manos de una mafia.
Habrá que preguntarse cuánto nos ha costado a las y los urduñarras haber tenido al frente de la promoción de pabellones y suelo industrial al cabecilla de la mayor red de corrupción de la historia de este país.