AKTUALITATEA


| 2021-03-01 17:49:00

¿Qué tiene que ver el nuevo PGOU de Santurtzi con Nelson Mandela? Aunque te parezca mentira, mucho, pero vas a tener que llegar hasta el final de estas líneas para saberlo. Primero tenemos hablar un poco de urbanismo. En octubre se aprobó inicialmente el documento de revisión del PGOU de Santurtzi, y aunque queda aún un largo camino para concluir el proceso y poder pasar página con respecto al Plan aprobado en 1998, la aprobación inicial es un nuevo paso, y muy importante, para empezar a olvidarnos de un documento que pasados 23 años no podemos definir más que como una chapuza. Una chapuza, porque 23 años después muchas de las áreas que se definieron entonces no se han podido desarrollar y esto ha sido por su inviabilidad, tal y como ha quedado reflejado incluso en varias sentencias judiciales. Esto, además de las evidentes consecuencias “urbanísticas” para Santurtzi ha supuesto un auténtico drama para las más de 700 familias que quedaron “atrapadas” en situación de fuera de ordenación dentro de esas áreas “imposibles”.

700 familias con sus derechos urbanísticos secuestrados durante casi un cuarto de siglo mientras día tras día iban viendo cómo el entorno de sus viviendas se iba degradando, víctimas de la dejadez o de una decisión política totalmente calculada. No sabemos cuál de las dos opciones es peor, pero cada vez nos inclinamos más por la segunda, porque cuando peor esta algo, más fácil es justificar ciertas decisiones.

Curiosamente, las áreas que sí se han podido desarrollar han sido las que más vivienda libre tenían, porque en las que ya tenían muchas dificultades técnicas de por sí, se aumentaron además las VPO que correspondían a las primeras y esto las hizo totalmente inviables. Curiosamente, sí. Como curioso es también el nombre que le dan a esto en el mundillo del urbanismo y de los corsarios del ladrillo, “la estrategia de la pata de jamón”. El Plan en su conjunto es toda la pata, pero en algunas zonas ponen todo el jamón y en otras solo ponen hueso.  Además, no podemos olvidar que el Plan de 1998 es precisamente el que posibilitó algo inaudito, como es el hecho de que un terreno pueda ser a la vez destinado a uso educativo y residencial. El famoso artículo 4.4.20 que entre otros generó el grave problema con el colegio Hijas de la Cruz, con marea morada y cambio de color en el Ayuntamiento incluido y que a día de hoy sigue en los tribunales. Una losa para Santurtzi que esperemos no acabe con una indemnización millonaria a un constructor pagada a escote entre todos los Santurtziarras.

Hacíamos referencia en el titulo a viejos errores que nos parece que se repiten en este nuevo PGOU, y es que aunque la propia renovación del Plan es una buena noticia simplemente por lo nefasto del anterior, aunque algunos de sus planteamiento son una buena noticia, vemos que tiene también muchas malas noticias. Evidentemente, después de sufrir un PGOU diseñado en la década de los 90 y que por lo tanto tenía sus raíces bien asentadas en la famosa burbuja inmobiliaria y la especulación, cualquier cosa parece mejor, lo cual no quiere decir que sea bueno en su conjunto. No, no es bueno para Santurtzi, porque parece que quieren seguir pintando de gris nuestro pueblo, cuando vuelven a plantear que hay que construir más viviendas en espacios libres, zonas verdes y entornos que a día de hoy son campas camino de nuestro monte Serantes, como en Fontuso o Villar. Quieren seguir apelotonando vidas construyendo en callejones y patios, como en Axular o La Portalada. Quieren que de camino al monte por Mamariga nos dé la sombra de un edificio de 8 alturas… Y quieren también que el futuro de Santurtzi y de cientos de familias que van a seguir fuera de ordenación quede en “stand by” hasta que la cuenta de resultados de alguna empresa constructora decida que es hora de regenerar alguna de las zonas que tanto lo necesitan. ¿Para qué intervenir desde lo público en Oiankas, Lauaxeta o Las Viñas, como ha hecho y hace el Gobierno Vasco en otros municipios si es mucho más fácil y rentable que nos salve un simpático inversor que no sabe ni dónde están esos barrios?

Durante muchos años, desde EHBildu además de solicitar un “nuevo PGOU” que nos permitiera diseñar el futuro de nuestro pueblo adaptado a las nuevas realidades, hemos reivindicado también una solución más rápida para muchas de esas viviendas fuera de ordenación, totalmente realizable a través de la vía de la modificación puntual del Plan del 98, pero la respuesta siempre ha sido que era “imposible, inviable” e incluso “ilegal”. Ahora se ha aprobado inicialmente la inclusión dentro de ordenación urbana de casi 300 de ellas. Una gran noticia. Parece que lo que junto a las personas afectadas en Villar, Cueto, Pajares y algunos bloques de viviendas en la zona de La Txitxarra, Mamariga o Barandiaran llevamos tantos años diciendo, al final no era tan imposible.

Esperamos que no tengan que pasar otros 20 años para que se puedan hacer realidad los planteamientos que hemos hecho a través de nuestras alegaciones, con las que rebatimos muchos de los planteamientos que nos hacen, como los que hemos puesto de ejemplo en este artículo, pero también muchos más, incluido alguno que puede considerarse prácticamente una enmienda a la totalidad, ya que planteamos reducir y mucho el número de nuevas viviendas a construir, y exigimos que varios de los proyectos incluyan viviendas destinadas al alquiler social, que brilla por su total ausencia en el documento. Y ya no es que sean unos criterios políticos propios de EHBildu, es que las previsiones “oficiales” de Diputación con respecto a la evolución del número de habitantes en Santurtzi (menos 4.000 para 2033) y las directrices de Gobierno Vasco con respecto al tipo de viviendas de protección por el que hay que apostar, confirman lo que sin datos es ya una intuición para la mayoría de nosotrxs.

Y aquí es donde llega Nelson al PGOU de Santurtzi, por aquella frase que dijo y con la que seguro que están de acuerdo en Villar, Cueto, Pajares y La Txitxarra, Mamariga o Barandiaran, aunque hayan tenido que esperar un par de décadas para poder decirla. “Todo parece imposible hasta que se hace.” Tenemos una gran oportunidad de solucionar problemas y diseñar el Santurtzi que nos merecemos, pero para eso el nuevo PGOU tiene que aprender de los viejos errores. Si ese es el plan, nos encontraremos por el camino.