El 13 de febrero fue el Día contra la Tortura. En este sentido, el 16 de febrero se presentó en el Kursaal donostiarra la red de torturados de Euskal Herria. 900 personas que han sufrido torturas, además de compartir sus testimonios, pidieron reconocimiento oficial, reparación y justicia. Exigen a las instituciones de Euskal Herria que asuman la responsabilidad pública "porque la aplicación de la tortura ha sido sistemática en Euskal Herria".
5000 casos de torturas están confirmados. Llegados a nuestro entorno cercano, 35 vecinos y vecinas de Plentzia, Gorliz y Lemoiz han sufrido torturas por parte de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza desde 1975.
Aunque es escandaloso y vergonzoso, la tortura no se ha utilizado de forma aislada por parte de unos policías fuera de control, sino de forma sistemática, y se ha utilizado con total impunidad como parte de una estrategia política, con un objetivo político y con la colaboración de algunos agentes políticos y sociales.
No podemos seguir mirando hacia otro lado. Las instituciones tendrán que tomar una serie de medidas para que no vuelva a ocurrir y reconocer, reconocer y reparar en lo sucedido.