Desde hace décadas, el pueblo palestino sufre la violencia sistemática del régimen de ocupación israelí. Lejos de ser hechos aislados, forman parte de una política de control y represión que ha fragmentado el territorio palestino y debilitan cualquier posibilidad de dar pasos hacia la paz.
El número de víctimas civiles sigue aumentando y el Estado de Israel pone repetidamente trabas al proceso de paz. ¡¡¡La violación de los derechos humanos es un genocidio!!!
Defender la lucha por Palestina es también defender la justicia, la paz y el derecho de los pueblos a existir y vivir con dignidad. Hoy es más urgente que nunca exigir el fin de la ocupación y alzar la voz contra las prácticas de violencia estructural.