La política de excepción, la dispersión, que sigue vigente, ha provocado que 16 familiares y amigas/amigos que visitaban a las presas politicas hayan perdido la vida en la carretera. Es el caso de los lasarteoriatarras ARGI ITURRALDE e IÑAKI BALERDI, que perdieron la vida en el largo viaje que tenían que realizar para visitar a su hijo Juankar Balerdi. El padre JOXE BALERDI, que visitaba a su hijo, quedó gravemente herido.
Los familiares y amigas tienen que recorrer muchos kilómetros y transcurren mucho tiempo en la carretera para poder visitar a las presas politicas, con todas las consecuencias que ello conlleva: gastos económicos, fatiga, accidentes y sufrimiento. La medida política que mató a Argi e Iñaki, es una medida política excepcional que busca mantener a las presas políticas alejadas de sus casas, la injusta politica de dispersión sigue vigente en la actualidad.
Y tenemos que volver a recordar que con esta medida excepcional, con la dispersión, además de vulnerar los derechos humanos de las presas políticas, también se vulneran los derechos de las familiares. Las familiares, sin ser condenadas, también son condenadas. ¿Dónde está el reconocimiento del sufrimiento de las 16 víctimas afectadas por esta medida excepcional, una política que vulnera todos los días los derechos humanos de las presas políticas y familiares? Hay que hacer un ejercicio de memoria y dar pasos en el reconocimiento de todos los sufrimientos, y evitar que vuelva a ocurrir.
Hoy, 28 de febrero de 2022, EH Bildu de Lasarte-Oria denuncia que se está vulnerando el derecho al reconocimiento de la memoria de 16 familiares y amigas fallecidas en la carretera.
Al mismo tiempo, hacemos un llamamiento para acabar con la dispersión: porque la dispersión es la responsable directa de esos cientos de heridos y 16 muertos, es una herramienta de vulneración de los derechos humanos en todo momento y así lo ha solicitado la sociedad vasca en repetidas ocasiones. Por todo ello hacemos un llamamiento para acabar con la dispersión.
Es hora de poner fin a la dispersión. Es hora de que los derechos de toda la ciudadanía, los derechos de Argi e Iñaki también, sean reconocidos. Es tiempo de verdad, justicia, reparación y no discriminación, sin excepción.