AKTUALITATEA


| 2023-10-10 23:24:00

Como se sabe por el revuelo que generó, el PNV de Barrika quiso imponer un proyecto de remodelación para la zona de Goierri en 2023. Tras años sin haber intervenido en la zona, el Ayuntamiento redactó un proyecto sin haber consultado a las y los vecinos sobre sus principales demandas con el propósito de ejecutarlo coincidiendo con las elecciones municipales de mayo. Para EH Bildu, este proyecto era insuficiente porque si bien recogía la renovación de algunas zonas que en las que no se había invertido en años, no dejaba de ser un lavado de cara que obviaba aspectos importantes como, por ejemplo, el acceso al barrio, las carencias en el saneamiento o la adecuación de la parcela pública que el Ayuntamiento tiene en la zona. En EH Bildu siempre hemos abogado por impulsar planes integrales que contemplen una visión global de la zona a intervenir, aunque para ello haya que ejecutarlos por fases. A pesar de nuestra disconformidad, dado el olvido al que se ha sometido a Goierri en materia de inversión durante tantos años, EH Bildu votó a favor con la condición de que se tuviera en cuenta la participación ciudadana durante el proceso. 

 

Precisamente, fueron los vecinos y vecinas quienes arremetieron contra algunas de las propuestas concretas que contenía el proyecto, entre las que se pueden destacar la pérdida de plazas de aparcamiento, la redistribución de los contenedores, la ausencia del saneamiento o la tala de árboles. La respuesta inicial del Ayuntamiento fue la de que ya se había adjudicado a una empresa su ejecución y que, por tanto, nada se podía hacer ni para detenerlo ni tampoco para modificarlo. 

 

Las protestas vecinales, sin embargo, no amainaron y dada la proximidad de las elecciones, en un hecho insólito, el Ayuntamiento convocó una reunión con varios representantes de los vecinos y vecinas junto con los partidos de la oposición en víspera de la jornada de reflexión; esto es, a dos días de las elecciones. En ella, y a pregunta de EH Bildu, se supo que, a pesar de estar adjudicado y contradiciendo lo que había trasladado a las y los vecinos anteriormente, sí existía margen y tiempo suficiente como para modificar algunos aspectos importantes del proyecto siempre y cuando se ajustara al presupuesto aprobado. 

 

Pasadas las elecciones, el nuevo equipo de gobierno -integrado por prácticamente las mismas personas que en la legislatura anterior, pero esta vez sin la mayoría absoluta que habían tenido hasta la fecha- comenzaron a reunirse con una representación vecinal, dejando de nuevo al margen a los concejales y concejalas de EH Bildu Barrika y sin informar sobre su avance en las sucesivas comisiones informativas; forma habitual de trabajo del PNV en nuestro municipio. 

 

A finales de septiembre, sin embargo, se precipitaron una serie de acontecimientos. Sin noticias desde la víspera electoral respecto a este asunto, el día 29 de septiembre el Ayuntamiento convocó a la oposición para mostrar el resultado de las modificaciones realizadas por parte del PNV junto con la representación vecinal. Tras recopilar la información, el lunes día 2 de octubre, EH Bildu registró la solicitud para que el nuevo proyecto se mostrara en un acto público en Goierri, de manera que los vecinos y vecinas pudieran opinar sobre una reforma que tanto revuelo había generado en el barrio. Sin embargo, el PNV convocó ese mismo día una comisión informativa para el miércoles de esa misma semana, día 4, y que precedería a un pleno, también extraordinario, convocado para el día 5, esto es, al día siguiente, en el cual debería aprobarse la adjudicación del proyecto. 

 

Y llegados al Pleno Ordinario de noviembre se mete en el orden del día la aprobación de la modificación del proyecto con un incremento en el coste del 17%. En septiembre se nos comunicó que en cuanto el ayuntamiento recibiera el proyecto modificado se haría una reunión y presentación con vecinos y vecinas de Goierri y con los diferentes grupos políticos para dar a conocer las novedades del mismo, y para sorpresa de nadie, esa reunión no se ha producido ni con los afectados y afectadas ni con los grupos políticos; y para más inri, en la modificación no se recoge el tema del saneamiento y por consiguiente decidimos votar en contra.

 

Pero, ¿acaso el proyecto no estaba adjudicado ya? Y ¿a qué obedecían estas prisas? 

 

Vayamos por partes. Efectivamente, el proyecto estaba adjudicado, pero no por pleno como correspondería dada su dimensión, sino por el PNV, quién valiéndose de su mayoría absoluta lo tramitó a través de una mesa de contratación en la que, como es habitual, únicamente participan miembros de su partido y los técnicos pertinentes. Lo que ocurre es que ese procedimiento no es el adecuado para este caso y puede resultar nulo, por lo cual se han visto obligados a tramitar de nuevo la adjudicación vía pleno municipal. 

 

La chapuza de gestión no termina aquí, dado que desde el área técnica se alertó a su vez al equipo de gobierno de que el día 6 de octubre expiraba la fecha para optar a una subvención de 28.000 euros asignada al proyecto original y que requería que, previamente, la adjudicación estuviera hecha en forma y tiempo. De ahí las prisas para la convocatoria de comisión y pleno en un plazo de días, tras no haber tenido noticias del Ayuntamiento sobre este asunto desde mayo. Esto es, nos convocaron de prisa y corriendo para que salváramos al PNV de su pésima gestión bajo el riesgo de perder una subvención para el proyecto de Goierri por esta forma que tienen de hacer las cosas. 

 

EH Bildu se abstuvo en la votación del Pleno, permitiendo así que el proyecto no perdiera la subvención, pero también criticó el despropósito de gestión del PNV desde el principio e insistimos en la necesidad de que los vecinos y vecinas de Goierri pudieran tener acceso, conocimiento y mecanismos de participación efectiva, antes de que empezara su ejecución. Asimismo, denunciamos algunas de las contradicciones que contiene el proyecto, como la de intervenir en una zona en la cual se tendrá que volver a hacerlo más pronto que tarde si se quieren acometer las deficiencias en el saneamiento de la zona. Es más, aprovechamos la sesión para solicitar al Ayuntamiento que estudie la posibilidad de acometer primero el saneamiento y posteriormente la remodelación de las calles, de manera que se evite tener que levantar una misma calle dos veces en un periodo breve de tiempo. 

 

En conclusión, el proyecto de remodelación de Goierri es un ejemplo que ilustra de manera clara cómo funciona el PNV de Barrika. Sin consultar a los vecinos y vecinas de una zona, y sin conocer sus demandas y prioridades, diseña un plan que le ofrecía una bonita foto para la campaña electoral. Sin embargo, las cosas no salieron según lo previsto y las movilizaciones vecinales, así como su manifiesta incapacidad para gestionar adecuadamente -a pesar de tener mayoría absoluta inicialmente- ha derivado en un auténtico esperpento de gestión que los vecinos y vecinas de Goierri, ni los de Barrika en general, merecemos. Como se ve, ni el cambio de legislatura ni la pérdida de la mayoría absoluta han alterado la forma de trabajar del PNV, aunque esta vez dependa del voto de iBarrika para seguir funcionando como lo ha hecho hasta ahora. 

 

Y decimos que es un ejemplo más del modo de gestión particular del PNV y no un caso aislado, porque sin ir más lejos, durante los mismos días en los cuales se dirimía en Pleno la reforma de Goierri, nos enteramos por parte de vecinas y vecinos afectados que el Ayuntamiento estaba comunicando a propietarios y propietarias de la zona Zabaletxe-Kurtzio para que cedan -el proyecto habla de expropiación- parte de su terreno para una acera que una ambos puntos. Estos vecinos y vecinas, alarmados por la consulta del Ayuntamiento, han empezado a organizarse para mostrar su oposición a la intervención que el PNV de Barrika quiere imponerles sin tener en cuenta, una vez más, la opinión de las y los afectados. Al igual que en el caso anterior, también en éste, el PNV se está esforzando para dejar a EH Bildu al margen del proyecto y ofrecer la mínima información sobre sus gestiones al respecto.