Ayer el pleno con los votos en solitario de PNV y PSE decidió comprar unos terrenos de titularidad privada, donde se habían dado licencias municipales para construir o se había instaurado la OTA, … aun a sabiendas de que se estaba incurriendo en una ilegalidad.
Ayer, se votaba un mal menor: o aprobar esto o arriesgarse a un juicio con una reclamación mucho mayor. A la vista de la documentación y expedientes aportados, lo que queda claro es que la gestión municipal de PNV, y antes PSE, durante años en estos terrenos ha sido de todo menos transparente y eficaz:
• Los terrenos no están registrados en el catastro.
• Se perdona a la vendedora el impuesto de plusvalía.
• No ha sido funcionariado, sino personal político quienes han intervenido.
• Se ha utilizado un despacho privado de abogados para realizar esta gestión pública.
• La competente y responsable es la Diputación y no el Ayuntamiento.
Las y los vecinos de Lutxana tienen derecho a poder disfrutar de estos terrenos. Por eso, no nos opusimos y nos abstuvimos en la votación de la regularización de una situación que pendía sobre este consistorio, con la amenaza de sanciones millonarias por no hacer bien las cosas. Y aunque nos vendan este acuerdo como una oportunidad única para el barrio de Lutxana, en realidad lo que se aprobó ayer es el punto final de una gestión irregular liderada por los dos partidos que han liderado y lideran el ayuntamiento desde hace décadas.
Porque este procedimiento carece de respuestas claras y objetivas, como debería suponerse a una institución pública como este ayuntamiento. Muy al contrario, arroja incertidumbre sobre si de verdad se han hecho bien las cosas. Y nos parece muy grave. Porque debemos recordar que los sobrecostes, las amenazas de procedimientos judiciales… como en este caso, las acaba pagando a escote la ciudadanía.