AKTUALITATEA


| 2022-11-24 23:39:00

Una vez más, gracias a la actitud proactiva de EH Bildu, el movimiento feminista va más allá de las propuestas de EUDEL. Como todos los años, os traemos la declaración institucional aprobada por unanimidad por el Ayuntamiendo de Zeberio.

DECLARACIÓN INSTITUCIONAL DEL AYUNTAMIENTO DE ZEBERIO DÍA PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

A partir de 2003, año en el que se comenzó a recoger datos sobre violencia contra las mujeres, 115 mujeres y 11 niños y niñas han sido asesinadas en el País Vasco. Detrás de este inaceptable número encontramos nombres y personas. Proyectos de vida arrancados.

Estas agresiones que buscan el miedo y el control son muestra de un odio organizado hacia las mujeres. Sin embargo, ante cada agresión, ha salido a la calle un Movimiento Feminista organizado que los ha denunciado. aceptación. Y hace tiempo que dijimos que no estamos dispuestos a aceptar más esta situación.

El trabajo de estos largos años ha consistido en desenmascarar la violencia. Es consecuencia de un sistema patriarcal fuerte. La macroencuesta realizada sobre violencias machistas añadió un dato grave: una de cada dos mujeres ha sufrido violencia machista a lo largo de su vida.

La Ley de Igualdad que afecta a Araba, Bizkaia y Gipuzkoa ha sido objeto de una reforma que el pasado curso ha traído consigo una conceptualización más abierta de la violencia machista. También en el Estado español se ha aprobado la Ley de Libertades Sexuales, en la que se han ido asentando las reflexiones y demandas planteadas durante años por el movimiento feminista, como el fin de la separación entre abuso y agresión; la visibilización de que la violencia machista se da fuera del ámbito de la pareja y en diferentes ámbitos; la designación de las violencias digitales, institucionales y obstétricas; la construcción de centros de crisis para atender las agresiones sexuales; y un largo etc. Ahora es hora de pasar de las palabras a los hechos. Es importante renovar o crear leyes que establezcan un marco, máxime cuando se hace en la dirección requerida por el movimiento feminista, pero también es importante establecer presupuestos y medios técnicos para su desarrollo.

Este 25 de noviembre va a ser, por tanto, un día para seguir identificando los diferentes aspectos de la violencia machista, empezando por los más sutiles y socialmente normalizados, como los tocamientos, las obscenidades verbales, los mensajes y expresiones sexistas, el control de la vestimenta, del uso de las redes sociales o de las amistades, o las decisiones administrativas que atentan directamente contra la igualdad de mujeres y hombres. En un segundo estadio estarían las agresiones sexuales y físicas y, en el ámbito más violento, los asesinatos.

Queremos reivindicar todo lo anterior y el derecho de las mujeres a utilizar y disfrutar del espacio público en condiciones de igualdad, como garantía del ejercicio de los derechos de ciudadanía plena y, en definitiva, del desarrollo de su libertad individual y colectiva.

Se han logrado avances a través del esfuerzo permanente y individual de muchas mujeres, así como del esfuerzo de los movimientos feministas y de otras instituciones para superar la dicotomía de separar los espacios públicos y privados entre hombres y mujeres. Sin embargo, todavía existen grandes diferencias en cuanto al uso que le puedan dar unas y otros a participación en la vida pública, el disfrute y la apropiación de las calles de nuestras ciudades y pueblos.

Entre los mecanismos que limitan este uso igualitario, queremos poner el foco en la violencia sexual que sufren mujeres y niñas de todo el mundo en el espacio público.

En el contexto de la violencia machista normalizada, la violencia sexual contra mujeres y niñas tiene un objetivo claro, un papel social concreto, el control de las mujeres y la restricción de su libertad. En concreto, la violencia sexual ejercida en contextos festivos y de ocio ha servido de base para controlar la sexualidad femenina, el deseo de las mujeres, su cuerpo, la movilidad, la ocupación del espacio público, las relaciones sociales así como el poder expresar en libertad el derecho a gozar en condiciones de igualdad.

Es, por tanto, obligación y finalidad de las políticas públicas y de las administraciones de la CAV promover todas las estrategias y mecanismos a su alcance para que las mujeres y las niñas puedan ejercer plenamente su ciudadanía en el espacio físico de nuestras ciudades y pueblos y puedan utilizarla en condiciones de igualdad.

La iniciativa ONU-Mujeres “Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros” fomenta la creación de espacios públicos seguros y empoderadores para mujeres y niñas, libres de acoso sexual y otras violencias sexuales. Estamos de acuerdo con el Pacto de País por la igualdad y por vidas libres de violencia contra las mujeres.

Debemos tener en cuenta que el ejercicio del derecho reclamado no se limita a la seguridad, sino que se extiende al acceso y a la libertad para vivir en un espacio y socializarlo, apropiarse y transformarlo en función de los intereses, deseos y necesidades de las mujeres y las niñas.

Corresponde a las administraciones locales convertir sus políticas públicas en lugares amigables y libres de violencia contra las mujeres. Además, en un año en el que el fantasma de la recesión económica se avecina, debemos reivindicar con más intensidad que nunca las políticas y servicios públicos. También identificamos como necesidades básicas aquellos recursos dirigidos hacia la igualdad o para hacer frente a la violencia machista. Es también un buen momento para apoyar los recursos y propuestas existentes, así como para crear nuevos recursos y propuestas. Es un compromiso que tenemos que asumir todos los que formamos parte de esta sociedad. Y sobre todo los que estamos en las instituciones públicas. Y en nuestro caso, actuando desde el ámbito institucional, activando los recursos técnicos, económicos y políticos necesarios para ello.

Por todo ello, la clave es que todos los mecanismos que utilizan los protocolos de funcionamiento en los episodios de violencia machista sean los adecuados, siempre desde una perspectiva de empoderamiento de las mujeres que sufren este tipo de violencia. Para ello, además de las instituciones públicas, es necesaria la participación de personas expertas en la materia y movimientos feministas para que colaboren con los protocolos establecidos y, en definitiva, para avanzar hacia un futuro igualitario.

En este marco, el Ayuntamiento de Zeberio se compromete a:

  1. Seguir impulsando la labor de concienciación, sensibilización, formación y reparación para avanzar en la eliminación de las violencias machistas. Todo ello en colaboración con el Movimiento feminista y de mujeres.
  2. Impulsar la implantación efectiva de políticas de prevención y respuesta a la violencia sexual en los espacios públicos mediante el desarrollo de capacidades, la movilización de la comunidad, la sensibilización y otras estrategias.
  3. Colaborar con el Movimiento Feminista y la Comisión de Fiestas para elaborar un protocolo de prevención y respuesta a las agresiones que se produzcan en el ámbito festivo.
  4. Reforzar las campañas de sensibilización en la escuela y en el Gazteleku para promover cambios en actitudes y comportamientos que garanticen el derecho de las mujeres y las niñas a disfrutar de espacios no violentos.
  5. Promover buenas prácticas locales para mujeres y niñas hasta lograr conseguir unas relaciones de respeto inclusivas.
  6. Colaborar con Emakunde y trabajar en el espacio de coordinación interinstitucional de la Red Territorial de Igualdad de Bizkaia para la planificación y ejecución de acciones conjuntas contra la violencia sexual en todo el territorio.
  7. Fomentar inversiones en seguridad real y percibida en espacios públicos, asegurando la visión de género en la planificación municipal, con el fin de que se tengan en cuenta las necesidades de las mujeres.
  8. Instar a garantizar todos los recursos, servicios y procedimientos relacionados con la violencia machista, tanto administrativos como judiciales, públicos, gratuitos y no discriminatorios.
  9. Instar a poner en marcha programas permanentes que aborden todos los aspectos del derecho a la reparación de las mujeres víctimas de violencia machista (divulgación de la verdad, pago de indemnizaciones, acompañamiento social o garantía de no repetición, entre otros), adaptados al estado de salud, incluyendo protocolos dirigidos a diferentes ámbitos, recuperación de la memoria histórica, homenajes, jornadas, talleres, investigaciones, cinefórums, iniciativas de visibilización (como los nombres de calles), etc.