AKTUALITATEA


| 2024-06-27 13:54:00

La salida a la luz de un vídeo que demuestra la agresión arbitraria de un agente de la Brigada Móvil de la Ertzaintza a una mujer en Anoeta el pasado 5 de marzo antes del partido entre la Real Sociedad y el PSG ha puesto una vez más de manifiesto la necesidad de adoptar “medidas más enérgicas contra las actuaciones violentas y desproporcionadas de la Ertzaintza”. Así lo ha demandado hoy Julen Arzuaga, para quien “es preciso, en primer lugar, que este caso se abra paso en los tribunales para determinar y depurar las responsabilidades del agente que agredió a la mujer y, en segundo lugar, se conozcan y analicen en profundidad los expedientes disciplinarios abiertos en los últimos años en la Ertzaintza para obtener un diagnóstico claro de estas actuaciones que preocupan a la ciudadanía”.

A este respecto, el parlamentario de EH Bildu reclama “medidas más enérgicas” porque “los expedientes abiertos, que creemos que son solo la punta del iceberg de las actuaciones policiales irregulares, concluyen en muchos casos sin llegar a ninguna conclusión o con sanciones ridículas de unos pocos días de empleo y sueldo”. Arzuaga pide por ello “acceso a esos expedientes y que se abra un debate sobre cómo reparar y otorgar justicia a estas víctimas, entre ellas, cómo no, la mujer que sufrió ese ataque gratuito en Anoeta, además, por supuesto, de establecer garantías para que ese tipo de hechos no vuelvan a repetirse”.

En el caso de Anoeta la mujer fue agredida cuando estaba en el suelo tras haberle disparado con un proyectil de foam, unos hechos que coincidieron en el tiempo con otras actuaciones violentas de la Ertzaintza en Tolosa, Gasteiz, Bilbo y Astigarraga. Para Arzuaga, de lo ocurrido en esos casos “se pueden extraer dos conclusiones: por un lado, una actitud violenta inasumible por parte de efectivos de la Ertzaintza; por otro, una reacción de la consejería que entonces lideraba Josu Erkoreka para encubrir responsabilidades faltando incluso a la verdad y apuntando justificaciones inverosímiles. Es el legado de Erkoreka: cierre de filas ante casos de violencia desproporcionada y falta absoluta de esclarecimiento y transparencia”.