AKTUALITATEA


| 2022-02-25 14:02:00

Es algo que ya preveíamos desde el pasado mes de junio, cuando la concejala de Elkarrekin Podemos Patricia Alfonso pidió su liberación retribuída con dinero público tras facilitar el proyecto del PNV de licitar a 20 años los servicios deportivos municipales de Sopela, en contra de lo dictado por su propio partido. Vaticinábamos que iba a cambiar la correlación de fuerzas en el Ayuntamiento de Sopela y así ha sido: en el pleno de ayer, la concejala tránsfuga posibilitó con su voto (posicionándose a favor o en su caso, absteniéndose) TODAS las propuestas del equipo de gobierno PNV/PSE. Más aún, en su discurso criticó a las fuerzas de la oposición y en especial a EH Bildu por no apoyar las propuestas del PNV y tratar de “bloquearlas”, ninguneando nuestras críticas sobre la patente falta de transparencia y planificación sobre los proyectos que ayer se sometían a votación. Un ejemplo sencillo: ayer se aprobaron 2.100.000 euros para acometer la semipeatonalización de la zona centro sin haber detrás un proyectro concreto que podamos analizar, debatir y consensuar.

 

El PNV no quiere consensos y está pisando el acelerador de cara a las elecciones municipales del 2023. El actual alcalde Josu Landaluze está dispuesto a imponer sus proyectos a pesar de que su gobierno municipal está, en teoría, en minoría. Para ello, no va a dudar en apoyarse en la concejala tránsfuga. De hecho, ya lo está haciendo, tal y como ya avisamos en el pleno de junio del 2021.

 

En primer lugar, volvemos a exigir la dimisión automática de la concejala Patricia Alfonso. La compañera de viaje que han elegido PNV y PSE protagoniza el episodio más vergonzoso de la política municipal en esta legislatura. En segundo lugar, remarcamos la responsabilidad del equipo de gobierno en la situación creada. En tercer lugar, decir que por parte de EH Bildu, vamos a continuar con nuestro trabajo de oposición responsable y constructiva. Y a cada propuesta partidista e interesada del PNV, continuaremos presentando alternativas progresistas que no hipotequen el futuro de Sopela.