Basauri lleva inmersa en una espiral negativa los últimos 40 años. No cabe duda de que como pueblo hemos avanzado en diversos ámbitos pero no es menos cierto que la inercia y el conformismo que caracterizan las políticas municipales desarrolladas por los partidos que se han ido alternando en el gobierno municipal durante las últimas décadas han tenido como consecuencia la notable pérdida de influencia del municipio respecto a su entorno, así como la sensación evidente de ser el patio trasero de Bizkaia. Esto es algo que se ve claro si analizamos la situación en la que queda nuestro pueblo en relación a las decisiones tomadas por las instituciones supramunicipales, con sus imposiciones sistemáticas de infraestructuras que poco o nada ofrecen a Basauri y por las que las y los basauriarras salimos siempre perdiendo. A lo anterior, habría que añadir que Basauri acaba la legislatura con deberes importantes sin hacer: el plan de movilidad, el de accesibilidad, el tan necesario ascensor de Karmelo Torre o la nueva plaza San Fausto.
Nos encontramos ante un punto de inflexión para Basauri, ya que a la deuda histórica que soportamos como pueblo hay que sumarle los retos estratégicos a los que tendremos que hacer frente a corto y medio plazo. El envejecimiento de la población, la transición energética y el desafío climático, la precarización de las condiciones de vida y el aumento de las desigualdades sociales, el proceso de desindustrialización alarmante del municipio y el paulatino desmantelamiento de su tejido comercial de proximidad, la problemática de vivienda y la falta de perspectivas de la juventud para desarrollar su propio proyecto de vida, la crisis de los cuidados, la amenaza de privatización de los servicios públicos, la necesidad de adaptar la realidad urbanística de Basauri a las nuevas perspectivas de movilidad y accesibilidad, la amabilización del municipio o la rehabilitación y regeneración del parque de vivienda actual y zonas degradadas; son cuestiones mayores que van a requerir lo mejor de nosotras y nosotros como pueblo.
Es el momento de poner fin a esta situación de dejadez y empezar a dar los pasos necesarios para revertirla, sin ataduras para con los partidos que sustentan los gobiernos de otras instituciones y que limitan sobremanera la práctica política a nivel local. Frente a quienes pretenden mantener todo como está y se resignan a lo que hay, en EH Bildu tenemos claro que Basauri necesita cambiar el ritmo y tomar las riendas para construir el futuro que nos merecemos.
Y la receta para conseguirlo, sin ser sencilla, es clara: compromiso, audacia y creatividad. Se necesitan nuevos liderazgos, compartidos entre ciudadanía e instituciones, que gestionen con rigor y eficacia los recursos municipales existentes y que busquen, sin complejos, nuevas fórmulas para responder de la manera más adecuada posible a los grandes retos presentes y futuros. Se necesita, en definitiva, un electroshock político que nos saque de este letargo y nos coloque en el camino correcto para hacer frente a los retos de futuro y construir un Basauri más justo y sostenible.
EH Bildu es un partido sin un solo caso de corrupción, que hace lo que dice y dice lo que hace. En los municipios donde gobernamos o en aquellos que tenemos la capacidad de influir en las políticas del gobierno la vida de la gente mejora.
En Basauri hemos demostrado la capacidad de trabajar con el rigor necesario cada una de las cuestiones que nos atañen y preocupan como pueblo. Hemos demostrado que se pueden hacer las cosas de otra manera junto a la ciudadanía y el tejido asociativo del municipio. Hemos demostrado nuestra capacidad propositiva, con medidas que van desde el apoyo al comercio local y la hostelería en tiempo de pandemia, a la ampliación de plazas en Musika Eskola, renovación de la zona de las boleras, adquisición de parque de viviendas para emergencia social o la difusión y propaganda de las ayudas y recursos de protección social. También ha quedado claro que las ideas que ponemos sobre la mesa en relación a cuestiones estratégicas (PGOU, La Baskonia, estación de Sarratu, reordenación ferroviaria, MercaBilbao…) acaban ocupando la centralidad del debate y el resto de agentes políticos las acaban asumiendo.
Nuestra propuesta pasa por un modelo de gobernanza cooperativa que democratice la política municipal y asegure la participación de ciudadanía y colectivos, permitiéndonos alcanzar consensos amplios como municipio. Un proyecto que sitúe a las personas en el centro y que no deje a nadie en el camino. Que tenga en cuenta las diferentes perspectivas a la hora de poner en marcha políticas públicas y nos permita avanzar como pueblo, buscando soluciones a problemas históricos persistentes y situándonos en la mejor tesitura posible para acometer los retos del presente y futuro.
Contamos con la experiencia, equipo y proyecto de futuro necesarios para dar un paso adelante y liderar la alternativa que permita mejorar Basauri.
Es el momento de darle a Basauri el impulso que necesita, el momento de EH Bildu.