AKTUALITATEA


| 2020-04-27 10:18:00

Llegan estas fiestas de Araba en plena crisis socio-sanitaria global, con la mitad de la población mundial confinada en sus hogares. En esta víspera de San Prudencio cumplimos 45 días de confinamiento, encierro y nostalgia. Nostalgia de las relaciones sociales, de los espacios públicos, de la cercanía de familiares y amistades, del sol, la brisa, la lluvia…

 

En estos duros momentos EH Bildu quiere dedicar su primer pensamiento a la memoria de las más de trescientas alavesas y alaveses fallecidos a consecuencia del coronavirus y a los familiares y allegadas que han tenido que sufrir su perdida en condiciones de extrema dureza, sin poder rendirles el necesario duelo. La tristeza de su perdida se ha visto ampliada al no haber sido acompañada por el calor de sus seres queridos. Vaya desde aquí un sentido recuerdo para todos y todas ellas.

 

EH Bildu también quiere hacer llegar un mensaje de aliento y transmitir su deseo de pronta recuperación a las miles de personas contagiadas por el virus, a las más de cien aún hospitalizadas en el territorio, también a los y las vecinas de Aiaraldea ingresadas en el hospital de Galdakao, y a las decenas de personas que se dirimen entre la vida y la muerte en las Unidades de Cuidados Intensivos.

 

Vivimos tiempos de incertidumbre y no solo porque desconocemos cuanto se prolongará esta situación de confinamiento ni la dimensión real de la extensión del virus en nuestra sociedad o por los desconcertantes mensajes contradictorios que a diario nos han hecho llegar los responsables institucionales de la gestión de la crisis. Trabajadores y trabajadoras viven con incertidumbre el futuro de sus puestos de trabajo. Pequeñas y medianas empresas del comercio local, hostelería, turismo, sector vitivinícola, talleres… ven crecer la cuenta de gastos mientras la de ingresos se mantiene a cero y miran con incertidumbre al futuro sin saber si podrán levantar la persiana el día que existan condiciones para hacerlo.

 

Sin embargo, este mes y medio de crisis socio-sanitaria también nos ha dejado certidumbres y motivos para la celebración. Hemos visto un ejercicio colectivo de afirmación de los valores sobre los que deberá asentarse la reconstrucción-transformación que debemos emprender. Responsabilidad, solidaridad, equidad, cuidados mutuos, valor de lo colectivo, importancia de lo público, son valores que la gran mayoría de la sociedad alavesa puso en práctica desde el inicio de la crisis y sobre los cuales, sin duda, habrá que construir una nueva realidad. Estos valores han desembocado en decenas iniciativas populares que sin duda son motivo de celebración: redes populares de cuidado colectivo, plante de trabajadores y trabajadoras para paralizar la actividad no esencial y evitar así la propagación del virus, cierre de comercios, bares y locales de hostelería por iniciativa y responsabilidad propia, redes populares para la confección de EPIs, disposición de los y las agricultoras del territorio y su maquinaria para labores de desinfección… sin olvidar por supuesto la ingente e impagable labor realizada por el personal socio-sanitario en hospitales y residencias y quienes han mantenido en pie la cadena de suministros esenciales: sector primario, transporte, comercio de alimentación, farmacias…

 

Nos adentramos en un periodo incierto en el que, como sociedad, como país, deberemos definir las bases sobre las que construir el futuro. Sin duda habrá quienes pretenderán continuar por la senda de las políticas neoliberales-globalizadoras que han debilitado las herramientas públicas y las capacidades productivas para hacer frente a momentos de crisis, además de profundizar en las desigualdades y la fractura social. Sin embargo, creemos que este mes y medio ha dejado en evidencia que la gran mayoría de la ciudadanía alavesa ha comenzado ya a caminar en otra dirección, una dirección en la que habrá que tomar decisiones valientes para garantizar la cohesión social y reconstruir un nuevo futuro basado en la prevalencia de lo público, en la solidaridad, en la equidad y en la justicia social. Un futuro construido de manera compartida y en el que nadie se quede en los márgenes, en el que nadie se quede en la desprotección, en el que nadie se quede atrás.

 

Porque, a pesar de todo, este San Prudentzio en Araba tenemos mucho que celebrar.

Un pueblo que celebrar

Txalotzeko herri bat

 

Ondo pasa Arabako Jaiak!!!