AKTUALITATEA


| 2020-07-31 16:51:00

Aunque hace unos días el Gobierno de Lakua planteó la necesidad de elevar el límite de déficit al 3,5%, no ha sido esa la subida que Urkullu ha pactado con el presidente español, Pedro Sánchez. El acuerdo lo han cerrado en el 2,6%, solo tres décimas por encima del límite que aplicará Nafarroa. En opinión de EH Bildu, es evidente que lo acordado por Urkullu dista mucho del porcentaje planteado por su propio gobierno y que no será suficiente para compensar el impacto de la pandemia en la economía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Tras la caída económica provocada por el coronavirus, los recursos financieros que obtendrá Lakua elevando el déficit al 2,6% no serán suficientes por sí solos para equilibrar los ingresos y está claro cuál será la consecuencia: más recortes. La situación requiere un debate integral sobre los ingresos. En primer lugar, hace falta una nueva política fiscal para garantizar la suficiencia de los recursos y así desactivar el riesgo de recortes; asimismo, es preciso acordar la política de endeudamiento y el destino de los fondos europeos, además de una moratoria de las grandes infraestructuras como el TAV.

La negociación del límite de déficit refleja perfectamente la relación de dependencia con el Estado español, la falsa bilateralidad, y vuelve a poner de manifiesto que este país necesita pasar urgentemente de la dependencia a la soberanía. Es imprescindible construir una alternativa política en esa dirección, porque este país tiene capacidad y madurez para tomar decisiones como la del límite de déficit sin pedir permiso a nadie, en función de sus condiciones y recursos económicos. Mientras eso no sea así, no será posible dar la mejor respuesta posible a las necesidades de la ciudadanía vasca, porque por encima siempre aparecerán los límites que imponga Madrid.