AKTUALITATEA


| 2019-12-26 16:00:00

Preocupado por el encarecimiento cada vez mayor de los alquileres año tras año, el grupo parlamentario de EH Bildu presentó en noviembre una proposición de ley para limitar el precio del alquiler de la vivienda. En concreto, propuso fijar un precio máximo de alquiler en las zonas donde el mercado de vivienda está tensionado, pero el Gobierno vasco ha anunciado hoy su oposición a que esa propuesta se tramite en el Parlamento.
Con su respuesta el Gabinete Urkullu se niega a asumir su responsabilidad política y lo hace además el mismo día en que su viceconsejero de Vivienda ha confesado que el parque público de vivienda de alquiler (22.000 pisos) es insuficiente para atender la demanda registrada en Etxebide (55.000 personas); es decir, Lakua es incapaz de arreglar el problema desde lo público y además se niega a intervenir en el mercado privado limitando los precios como ya se hace en otros lugares. En definitiva, asume que el mercado inmobiliario siga siendo un espacio para la especulación, con las consecuencias que eso trae: desahucios, situaciones de vulnerabilidad, problemas de segregación, imposibilidad para la emancipación de la juventud…
Los argumentos esgrimidos por el Ejecutivo carecen además de todo peso: por ejemplo, su apuesta por movilizar la vivienda vacía para nada es incompatible con limitar el precio de los alquileres y alegar que aquí el problema del alquiler no llega a los extremos de Madrid y Barcelona es tanto como cerrar los ojos ante una realidad que exige tomar medidas ya, antes de que sea demasiado tarde.
Asimismo, con su negativa a tramitar la proposición de ley de EH Bildu el Gobierno también dice no a desarrollar el Derecho Civil Vasco y aprovechar unas potencialidades que el propio Tribunal Constitucional ha admitido en Catalunya, con lo cual la posición de Lakua es más incomprensible todavía.