AKTUALITATEA

| 2020-08-17

Ante la declaración de emergencia sanitaria, alcaldes de EH Bildu de Gipuzkoa, Bizkaia, Nafarroa y Araba han comparecido esta mañana. En la rueda de prensa han participado Agurtzane Solaberrieta (alcaldesa de Usurbil), Itziar Biguri (alcaldesa de Urduña), Txelo Auzmendi (alcaldesa de Asparrena) y Aitor Larraza (alcalde de Irurtzun).

 

Los y las representantes de los Ayuntamientos han puesto de manifiesto la eficacia de las instituciones más cercanas a la ciudadanía en una situación límite, “el papel que hemos jugado los ayuntamientos ha sido imprescindible. Por ello, hacemos un llamamiento a Urkullu y Chivite, también, a las asociaciones municipales, a defender a los ayuntamientos y a garantizar su suficiencia de financiación”, han señalado.

 

Desde EH Bildu creemos que ha llegado el momento de afrontar uno de los mayores debates que necesita este país: la financiación de nuestros ayuntamientos, que las entidades locales tengan financiación suficiente para hacer frente a sus competencias. Sabemos de qué estamos hablando. Los ayuntamientos son las instituciones más cercanas a la ciudadanía y nosotros conocemos mejor sus necesidades. Estamos hablando del bienestar de la gente de nuestro país. Y ese debate debe producirse sin demora, porque la crisis sanitaria, social y económica provocada por Covid-19 nos obliga a todos a dar lo mejor de nosotros, y las necesidades de los ciudadanos no pueden esperar”, ha señalado Biguri.

 

Desde el inicio de la pandemia, las instituciones municipales han estado en primera línea para quedarse y hacer frente a sus consecuencias sociales y económicas. El relevo y la eficacia política y ciudadana que tienen los ayuntamientos se ha puesto de manifiesto en la situación más difícil que hemos vivido en las últimas décadas. Así, hace pocos días Chivite instó a los ayuntamientos a adoptar las medidas necesarias para proteger la seguridad sanitaria de la población en este estado de salud. “Es gratificante hablar de la capacidad de las instituciones locales y que en el debate político prevalezca la reivindicación de la autonomía de las instituciones locales, pero al igual que ocurre con las áreas de sanidad y educación, las entidades locales además de autonomía necesitan recursos para ejercer sus competencias, y sobre todo, para trabajar por el bienestar de la ciudadanía”.

 

Las rigideces y limitaciones de la financiación municipal y de las normas de uso de los recursos económicos municipales impiden en esta situación actual que los ayuntamientos respondan a las necesidades de los ciudadanos, obligando a destinar el superávit municipal a los bancos e impidiendo el endeudamiento. El acuerdo firmado el 4 de agosto responde a la siguiente situación: hay que superar los límites para utilizar los remanentes que tienen los ayuntamientos, pero este acuerdo no es el camino, no protege los intereses de los ayuntamientos.

 

La correcta utilización de los remanentes municipales requiere la derogación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Tenemos que recordar que EH Bildu en el acuerdo firmado el 20 de mayo con el Gobierno español acordó derogar los límites que impone la Ley de Estabilidad Presupuestaria al uso del remanente municipal, porque esta medida será la única garantía de que los ayuntamientos puedan invertir sus propios recursos económicos al servicio de la ciudadanía. Por lo tanto, EH Bildu seguirá trabajando en la ejecución de ese acuerdo.

 

El objetivo real de este acuerdo es otro: garantizar la financiación del propio Gobierno español. Y además no respeta las especificidades forales de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, por lo que le corresponde no aplicarlas en estas cuatro provincias. Pero más que perder en este debate a corto, “tenemos que llegar de una vez por todas al núcleo del debate: la necesidad de soberanía. La necesidad de gestionar los recursos económicos y la riqueza generados y producidos en nuestro país sin la tutela del Estado”.

 

El equivalente al mecanismo que el Gobierno español pretende poner en marcha mediante este nuevo acuerdo nos es conocido de manos de las Diputaciones Forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. La previsión sobre los fondos forales municipales que reparten las Diputaciones Forales ha sido reducida, por lo que los ayuntamientos dispondrán de menos ingresos de los estimados -20% menos de los previstos en cada herrialde-.

 

En Bizkaia la situación es aún más grave. En lugar de destinar el saldo a favor de los ayuntamientos en la liquidación del fondo foral municipal de 2019 (26 millones de euros) para hacer frente a las actuales dificultades y retos colosales a los que se enfrentan los ayuntamientos, la Diputación Foral ha decidido guardarlo en su tesorería para que pueda ser compensado en caso de que la liquidación del fondo foral municipal de 2020 sea negativa.

 

No ha sido esta la única anomalía en las finanzas municipales. El reparto del Fondo Social Especial Extraordinario, creado por el Gobierno español el 17 de marzo, también ha sido objeto de diversas tensiones. Mientras que en otras Comunidades Autónomas este fondo se entregó a los ayuntamientos en abril y mayo, los ayuntamientos vascos todavía no han recibido absolutamente nada.