AKTUALITATEA


| 2020-04-09 10:45:00

¿Cómo ve Mikel Otero la situación?

Con preocupación, como todos y todas, me imagino. Tengo que reconocer que mi situación personal no es especialmente difícil, ya que en los círculos más cercanos no ha habido ninguna persona enferma o que esté especialmente golpeada por la situación de confinamiento. Por eso quiero aprovechar para transmitir mi más cálido abrazo a todas esas personas que han perdido a amigos y familiares o a quienes no tienen oportunidad de estar con esas personas enfermas. Además, soy consciente de que en miles de hogares la situación no es nada cómoda y a los problemas existentes ahora se sumarán otros muchos más cuando acabe la crisis sanitaria, especialmente los relacionados con el empleo y la economía. Actualmente el grado de incertidumbre es muy alto, tanto por la situación anormal generada por la situación de confinamiento, como porque desconocemos los efectos que pueda tener en los próximos meses y años.

 

Cómo definiría usted la respuesta que ha dado el Gobierno de la CAV. ¿En qué se ha acertado y cuáles han sido las carencias más importantes?

Creo que el Gobierno de Lakua ha estado siempre un paso atrás. Al principio no supo medir lo que venía y un claro ejemplo de ello es lo que ocurrió con las elecciones del 5 de abril. Desde EH Bildu ya advertimos claramente que no se daban las condiciones para ir a votar, pero Urkullu y el PNV se empeñaron en mantener las elecciones hasta que la realidad les pasó por encima. Otro tanto les pasó con el mandato de cesar toda actividad económica que no fuera fundamental. En muchas ocasiones, la ciudadanía se ha mostrado más responsable que el propio gobierno.

En definitiva, el Gobierno ha andado tarde y mal y esta emergencia sanitaria le ha pillado sin la adecuada preparación y planificación de estructuras y recursos públicos.

 

¿En todos los ámbitos?

Osakidetza ha sido la principal víctima de esta falta de planificación ya que ha tenido que hacer frente a la pandemia debilitada por los recortes de los últimos años. Y aunque quizá sea paradójico, en eso veo yo el principal lado positivo de esta crisis que es el compromiso, el coraje y la voluntad de dar lo mejor de sí mismo que han demostrado todos y cada uno de los trabajadores de Osakidetza. Por encima de los recortes y la falta de recursos, han dado una respuesta ejemplar, y eso es algo que debemos subrayar una y otra vez.

 

Para cuando llegó la crisis sanitaria, el Parlamento Vasco estaba disuelto y se habían convocado las elecciones. EH Bildu, ha pedido mecanismos de debate y control, ¿cómo se pueden materializar y para qué son necesarios?

Debemos tener en cuenta que la situación del Parlamento es totalmente inusual. La crisis del virus pilló al parlamento disuelto con las elecciones convocadas, lo que hizo que sólo la Diputación Permanente estuviera en funcionamiento, es como decir que el parlamento está en "servicios mínimos". Por si fuera poco, el Gobierno no ha mostrado ningún interés en poner en marcha ningún mecanismo para compartir información, debatir medidas o realizar labores de control. Si era difícil, lo han complicado más. La única sesión que se ha celebrado ha sido informal. Por eso, pedimos la puesta en marcha de mecanismos parlamentarios, porque en la medida en que esta crisis es un reto de país veíamos imprescindible la puesta en marcha de una mesa intersectorial, donde además de los partidos, deberían participar los representantes sindicales y empresariales y los principales agentes sociales.

 

Urkullu dice que Osakidetza no ha llegado al límite y se ha ofrecido para atender a los ciudadanos del otro país

 

Según los últimos datos, los ingresos hospitalarios y el número de infectados parece estar descendiendo a pesar de que se mantiene el número de personas que mueren cada día. Esto, con toda prudencia, abre un rayo para la esperanza. En los hospitales alaveses parece que la presión está bajando, aunque en las UCI todavía hay falta de personal y mucha presión sobre los y las trabajadoras. Sin embargo, como decían los médicos cubanos, "solidaridad no es dar lo que te sobra, sino compartir lo que tienes". Es decir, me parece correcto ese ofrecimiento a otras comunidades, porque la solidaridad y la voluntad de ayudar nunca sobran. Esta vez también se está demostrando que este pueblo es un pueblo solidario y en esos términos situaría también esa oferta de Osakidetza.

 

Al mismo tiempo, deberíamos pedir solidaridad para poder cuadrar las carencias existentes en Osakidetza. En particular, la falta de personal en las UCI, los equipos de protección personal y las necesidades de test rápidos.

 

Esta crisis ha puesto a las personas mayores en el punto de mira y ha dado que hablar sobre residencias privadas…

Sí, antes de que el virus estuviera entre nosotros sabíamos que las personas mayores y las que tenían otras enfermedades previas corrían mayor riesgo. Y así ha sido. El virus ha golpeado especialmente a los que estaban en las residencias de ancianos y no podemos olvidar que en Gasteiz, por ejemplo, hemos tenido un foco muy peligroso en San Martín. Según los últimos datos, en Álava, un total de 88 ancianos han fallecido en este tipo de centros.

Desde EH Bildu siempre hemos denunciado la situación de las residencias privadas, porque tienen muchos menos recursos. Y ahora, gracias a un decreto aprobado en Madrid, la Diputación Foral de Álava ha tenido la oportunidad de asumir el control y la gestión sobre estas residencias privadas pero ha renunciado a ello. Eso sí, esta crisis ha reavivado el debate sobre las residencias de mayores y ha puesto en duda la viabilidad de las macro residencias. Nos alegramos de que en el futuro tengamos que hacer una profunda reflexión sobre esto, porque defendemos alargar todo lo posible la estancia de nuestras personas mayores en su ámbito natural con todas las garantías y la creación centros más pequeños y públicos.

 

En torno a Test se ha suscitado un intenso debate en los últimos días. ¿Se realizan los test suficientes?

La falta de test ha sido uno de los mayores problemas para afrontar la epidemia. Es evidente que no se están realizando pruebas a todas las personas con síntomas, a pesar de que Urkullu asegura lo contrario. Esta carencia ha provocado que la propagación de la enfermedad no se haya controlado adecuadamente en sectores críticos como el de la sanidad y los servicios sociales o entre la población mayor con mayores riesgos. Una de las claves al abordar la fase postconfinamiento será la realización masiva de estos test para poder encontrar con rapidez nuevas posibles infecciones y tomar las medidas de aislamiento necesarias.

 

¿Por qué no se ha suspendido toda actividad que no era necesaria en la CAPV?

Diría que ha sido fruto de una mirada errónea y cortoplacista. Una parte del empresariado ha presionado muchísimo para que el mayor número posible de actividades económicas siguieran funcionando. Y el Gobierno, especialmente los dirigentes del PNV, se ha alineado con esta tesis de "cuanta más actividad industrial mejor". Sin embargo, para reducir al máximo la transmisión del virus era evidente que el nivel de actividad debía ser el mínimo posible, máxime teniendo en cuenta la escasez de material de protección y que la prioridad debía ser la sanitaria. Se ha ido viendo que a pesar de no tener capacidad para cumplir con las medidas de protección requeridas, ha habido una tendencia a continuar, lo que ha llevado a los y las trabajadoras a denunciar situaciones irregulares. Existe en la sociedad la sensación de que el virus se ha seguido extendiendo por el trabajo, alargando el confinamiento y aumentando los daños.

 

No obstante, en el caso alavés debemos recordar que los trabajadores consiguieron cerrar las empresas más grandes, entre ellas Mercedes, lo que supuso "de facto" la paralización de buena parte de la industria del país y que miles de trabajadores se pudieran quedar en sus casas. Esta ha sido probablemente una de las mayores contribuciones para no seguir extendiendo la enfermedad en nuestro país.

 

La crisis sanitaria tiene y tendrá consecuencias muy graves. ¿Cuáles son las medidas que plantea EH Bildu para hacer frente a esas consecuencias?

EH Bildu acaba de hacer público el plan de choque para el ámbito socioeconómico y sanitario donde se plantea una batería completa de medidas concretas. Más allá de eso, a mí me gustaría hacer especial hincapié en una cuestión: la dimensión de las consecuencias de esta crisis es todavía difícil de prever porque no sabemos cuánto se puede prolongar, pero lo que tenemos claro es que el recorrido lo tendremos que hacer como pueblo, promoviendo la colaboración entre todos los agentes sociales, sindicales, económicos y políticos. Y que las políticas que tendremos que implementar deberán ser contrarias a las que hasta ahora han puesto en vigor los fervientes defensores del neoliberalismo. En Euskal Herria tenemos capacidad, solidaridad e inteligencia colectiva para hacer frente a lo que vendrá y hacerlo sin dejar a nadie en la estacada.

 

 

¿Cómo cree EH Bildu que debe ser el desconfinamiento?

La “desescalada” debe ser progresiva y cuidadosa y deben ser los criterios sanitarios los que marquen el camino. Eso es lo que evitará una vuelta atrás. Debemos afrontar una fase de transición antes de poder volver a la “vida normal”. No podremos hacerlo de golpe porque, de lo contrario, el esfuerzo que hemos hecho habrá sido inútil. Para ello es necesario definir un Plan, teniendo en cuenta la salud pública, los criterios de las personas expertas en epidemias. En este plan, los colectivos con mayor riesgo serán los últimos en salir de sus casas. Hay que jugar con previsión y tenemos que tener claro, que llevará mucho tiempo. Por lo tanto, actuar con la paciencia y con la responsabilidad y solidaridad que hemos demostrado hasta ahora va a ser fundamental.

 

¿Aprenderemos algo de esta crisis?

Yo creo que esta crisis ha dejado claras varias cosas. Para empezar, la interdependencia porque bienestar y salud personal dependen de la comunidad. Y esto nos ha demostrado que en una situación de crisis todos y todas debemos actuar conjuntamente para salir adelante. En esta materia la ciudadanía ha sacado sin duda mejor nota que las instituciones: los y las trabajadoras de la sanidad, las redes ciudadanas, hostelería, comercio, industria, agricultura y ganadería, servicio de bomberos y la ciudanía en general, antes que las instituciones, empezaron a tomar medidas contra el virus.

 

Esta enseñanza nos sirve tanto para afrontar el virus como para afrontar el resto de retos de país que tendremos en un futuro próximo, como la crisis climática. Además, nos ha demostrado que cuestiones fundamentales para la sociedad, como son la salud y los cuidados, es muy peligroso dejarlas en manos privadas. Que necesitamos carácter, gestión, financiación y control público, fuera de la lógica de los beneficios y del mercado. La mercantilización que ha habido en las últimas décadas no le ha hecho ningún favor al sistema de cuidados y a eso deberíamos darle una vuelta. Pero ojo porque el hecho de haberse dado cuenta y aprendido no tiene por qué llevarnos a ejecutarlo después. En este sentido, tendremos que identificar bien cuáles son los recursos y servicios imprescindibles y poner en marcha mecanismos que los saque de la lógica del mercado, porque habrá tentaciones para dejarlos, de nuevo, en manos de las ganancias privadas.

 

https://issuu.com/ehbildugasteiz/docs/entrevista_mikel_otero